Tras el sorteo del Mundial 2026 realizado en Washington D.C., el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, viajó a Florida y participó en un homenaje a Charlie Kirk en el club privado Mar-a-Lago. La presencia del dirigente argentino se produjo en medio de un clima político sensible, tanto en Argentina como en Estados Unidos.
La participación de Tapia en Mar-a-Lago
El homenaje se llevó a cabo en la residencia del mandatario estadounidense Donald Trump. Tapia compartió en su cuenta de X fotos y mensajes de la ceremonia, destacando que “fue un honor estar presente”. El acto reunió a referentes del ámbito político y social vinculados al movimiento conservador norteamericano.
Charlie Kirk, conocido por su protagonismo dentro del activismo juvenil conservador, fue asesinado el 10 de septiembre durante una conferencia en Utah Valley University. Su figura recibió múltiples tributos, incluidos gestos previos de Javier Milei y del propio Trump.
Un gesto institucional tras la ausencia de Milei
La asistencia de Tapia llamó la atención debido a que, días antes, el presidente Milei había cancelado su viaje a Washington, donde estaba previsto su rol en el sorteo del Mundial y mantener reuniones oficiales. La ausencia del mandatario argentino generó ruido diplomático y dejó un espacio que aumentó la visibilidad del viaje de Tapia.
En este contexto, la presencia del titular de la AFA fue leída como un acercamiento institucional hacia la administración Trump. El vínculo entre el Gobierno argentino y la conducción del fútbol nacional atraviesa momentos de tensión, lo que sumó relevancia al movimiento del dirigente.
Conversaciones y posibles encuentros futuros
Tapia agradeció públicamente la invitación de Félix Lasarte, asesor de la Comisión de Inteligencia del presidente estadounidense. Según trascendió, durante la cena en Mar-a-Lago ambos mantuvieron un extenso diálogo, del cual surgió una posible reunión futura entre Tapia y Trump en la Casa Blanca antes del inicio de la Copa del Mundo 2026.

