Andrés Kaipl, señalado como partícipe necesario del crimen, se enfrenta al pedido de condena a prisión perpetua. Crédito: Flavio RainaAndrés Kaipl, señalado como partícipe necesario del crimen, se enfrenta al pedido de condena a prisión perpetua. Crédito: Flavio Raina
El juicio por el crimen del agenciero de turismo Hugo Oldani, asesinado en febrero de 2020 en su local del microcentro santafesino, está llegando al final. Con la declaración de la última testigo, la fiscalía terminó de exponer las pruebas en las que basó su acusación contra el custodio Juan Manuel Ruffino y el relacionista público Andrés Federico Kaipl.
A lo largo de nueve jornadas, el tribunal compuesto por la jueza Celeste Minniti -presidenta- y los jueces Pablo Spekuljak y Sebastián Szeifert escuchó a los numerosos testigos que asistieron al debate. Las partes realizarán sus alegatos finales el miércoles 22 de marzo, momento en el que los magistrados darán a conocer la fecha del veredicto.
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Investigadores y analistas del Organismo de Investigaciones (O.I.), perteneciente al Ministerio Público de la Acusación, expusieron las distintas pericias y estudios en los que los fiscales Gonzalo Iglesias y Estanislao Giavedoni sustentaron la acusación contra «Andresito» Kaipl. Mensajes, audios, videos, fotografías e informes fueron presentados ante el tribunal.
Cámaras de seguridad
El relacionista público fue detenido el 29 de diciembre de 2020, más de 10 meses después del martes 11 de febrero en el que fue asesinado Hugo Oldani. Su nombre surgió de la declaración del «campana» de la banda que llevó a cabo el golpe, Brian Damiani, actualmente condenado como partícipe secundario del crimen.
El joven señaló que la mañana del hecho Kaipl lo llevó en su Fiat Palio Fire, junto a Ruffino y al tirador Cristian Figueroa -fallecido-, a encontrarse con el «datero» que les indicó dónde y a quién asaltar. También dijo que momentos después Kaipl acudió a la galería, que esa tarde les brindó apoyo, y que luego del asalto buscó y trasladó a Damiani, Figueroa y Agustina González -hoy condenada por la justicia de menores-.
A partir de allí, comenzó la investigación que terminó con Kaipl acusado como partícipe principal del «homicidio calificado» y la «tentativa de robo calificado» a Oldani, delitos por los que se enfrenta al pedido de condena a prisión perpetua.
Los alegatos finales serán el miércoles 22 de marzo, tras lo cual se fijará la fecha para la lectura del veredicto. Crédito: Flavio RainaLos alegatos finales serán el miércoles 22 de marzo, tras lo cual se fijará la fecha para la lectura del veredicto. Crédito: Flavio Raina
Los peritajes de las cámaras de seguridad de la Galería Rivadavia y sus alrededores indicaron que Kaipl acudió al lugar del hecho horas antes del golpe, cerca de las 11 de la mañana. Según lo expuesto por un analista del O.I., ingresó por la puerta ubicada sobre La Rioja al 2441 y pasó frente a la agencia de Oldani fotografiando o tomando un video del local, las cuales según la fiscalía habría usado para indicarle al resto de la banda dónde debían cometer el golpe.
El testigo también señaló que realizó una análisis antropométrico, utilizando una foto extraída de las redes sociales de Kaipl para compararla con el hombre del video, y que de allí concluyó que podría tratarse del relacionista público. Al finalizar la declaración, el abogado Gustavo Abraham señaló que su defendido quería declarar.
El acusado cuestionó los dichos del agente: «Claramente esa persona no soy yo, es más cachetudo. Además, se ve que tiene un tatuaje en el antebrazo izquierdo, cosa que yo no tengo».
Impactos de antena
Otro testigo se refirió a los informes de impacto de antena del celular que Kaipl utilizaba al momento del crimen, cuyo número fue aportado por él mismo en la audiencia imputativa, ya que al momento de la detención había cambiado tanto de aparato como de número de teléfono.
Esa línea registró, el 11 de febrero de 2020, a las 10.52, un impacto en la antena de Primera Junta al 2600, colocándolo en la zona donde está ubicada la Galería Rivadavia. Además de reforzar lo dicho por Damiani y sostenido por los peritos, echó por tierra lo manifestado por Kaipl tras ser detenido: que esa mañana había estado en Ángel Gallardo, no en Santa Fe.
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Esto no fue todo. El teléfono también registró impactos de antena por la tarde, a las 17.27 en la de San José al 2600 y cinco minutos después, a las 17.32, en la de Santiago del Estero al 2600, acercándose al microcentro santafesino momentos antes del asalto a Oldani. Su presencia en la zona fue reconocida por Kaipl, que dijo que había acordado encontrarse con Damiani, a quien le había prestado dinero.
El Palio y las calcomanías
Del análisis de las cámaras de seguridad públicas y privadas recolectadas durante la investigación, surgió que el Fiat Palio Fire negro polarizado de Kaipl se encontraba en inmediaciones de la Galería Rivadavia al momento del golpe. Además de la patente, lo identificaron por una serie de calcomanías: estrellas arriba de ambas ópticas delanteras, un zapato alto de mujer rosado sobre la óptica trasera izquierda y un rosario blanco sobre la derecha.
Estos rasgos distintivos sirvieron para ubicarlo arribando y circulando por la zona del microcentro y macrocentro santafesino durante esa tarde, y luego del hecho dirigiéndose hacia el sur e incorporándose más tarde a avenida Circunvalación Oeste. Realizando un recorrido similar al del Toyota Corolla blanco que conducía Ruffino, en el que transportaba al resto de la banda.
Esto fue expuesto por varios agentes de la Agencia de Investigación Criminal y del Organismo de Investigaciones, que se abocaron al análisis de cámaras y a la identificación del vehículo que utilizaba Kaipl, el cual estaba registrado a nombre de su madre.
Chats comprometedores
El celular que Kaipl utilizaba al momento del crimen no fue encontrado. Durante el allanamiento en Regis Martínez al 3000, donde fue detenido, se secuestraron diversos elementos. Entre estos, el Fiat Palio Fire y, en su interior, un teléfono marca LG registrado a nombre de su pareja, que era utilizado por él.
La última testigo en declarar en el juicio fue la analista del O.I. que expuso los chats del relacionista público. Entre estos, uno de los más llamativos fue el mantenido con el contacto «Martín Pato» el 27 de diciembre de 2020, dos días antes de su detención. Hablaron sobre un vehículo extraño estacionado en inmediaciones a la casa de Kaipl, y averiguaron que se trataba de agentes enviados por la fiscalía para investigar a alguien. «¿Será por lo de febrero?», se preguntaron.
Vínculos
En el celular de Kaipl, estaba el contacto de «Maga», la pareja de Juan Manuel Ruffino, cuya línea éste solía utilizar. También la tenía de amiga en su perfil de Facebook, «Andresito Fiiestoon», al igual que a las tres hermanas del «campana» Brian Damiani.
Continuaron la conversación hasta el día siguiente, preocupados. «Martín Pato» le recomendó «sacale el taco al polarizado, o que no aparezca en tu casa», en referencia a la calcomanía colocada en la parte trasera del Fiat Palio.
Al día siguiente de la detención de Kaipl, en un grupo de whatsapp -en el que también figuraba su número anterior-, sus amigos comenzaron a hablar de lo sucedido, y uno de ellos compartió una noticia en la que se lo vinculaba al crimen de Oldani. «Está hasta la japi el negro», dijo uno, «mal», «sí, está complicado», le respondieron.
Además de estas conversaciones, la fiscalía hizo hincapié en chats anteriores que vincularían a Kaipl con la comisión de delitos contra la propiedad. En concreto, entre la noche del 24 y la madrugada del 25 de noviembre de 2020, habló con dos contactos sobre una entradera ocurrida en Moreno y San Jerónimo, en la que habría participado realizando inteligencia previa.
Cerca de las fiestas, le consultó a uno de sus contactos:
-"¿Conocés a alguien que tenga mucha guita y sea fácil sacársela?"
-"¿Pero de dónde y cómo?"
-"¿No sabés de ninguno?"
-"Ya encontraremos algún donante"
-"Olfateá, fijate"
-"De una, dejámelo a mí"
-"¿Me comprendiste lo que te quise decir? Lo que sea que podamos tener una buena plata antes de las fiestas, si son transas que tienen falopa y guita mejor. Tengo trajes de milicos".
fuente: El Litoral
