Cerca del mediodía de este viernes se conoció finalmente la sentencia del juicio que comenzó la semana pasada por el doble homicidio de Rita Mónica Rampazzo y Fernando Rafael Espino cometidos en 2018 en la ciudad de Santa Fe. En el mismo era juzgado un único acusado, Omar Albornoz, quien estuvo realizando trabajos de pintura en la vivienda días previos a ocurrido el crimen.
Por decisión unánime del tribunal se determinó que el acusado, de 44 años, sea condenado como coautor penalmente responsable de los delitos de doble homicidio calificado criminis causa, robo y abandono de persona agravada en concurso real, a la pena de prisión perpetua.
Tras el fallo, la fiscal que llevó adelante la causa, Ana Laura Gioria, habló con la prensa y manifestó: «Desde la fiscalía estamos conforme porque de acuerdo a lo que hemos escuchado y por unanimidad, el tribunal resolvió condenar con las calificaciones legales por las cuales el ministerio público había acusado, con lo cual entendemos que se pudo comprobar nuestra teoría del caso».
«Desde el momento de la imputativa fue algo que se mantuvo sin modificación», dijo Gioria sobre la condena conseguida y agregó: «La prueba que ofrecimos vino a corroborar que lo tenemos a Albornoz como el autor de este hecho, que fue un doble homicidio calificado criminis causa para lograr su impunidad, en concurso real con el abandono de personas seguido de muerte, de Rodrigo Espino y el robo, que si bien no pudo determinarse la cantidad de dinero que se llevó del domicilio, si que sustrajo el vehículo familiar».
Por otro lado remarcó el papel preponderante de los testimonios que se escucharon durante el debate: «Fueron muy contundentes y se vio corroborado con otro tipo de elementos que presentamos ante el tribunal y que tuvo que ver con una investigación exhaustiva y detallada, con elementos que se pudieron presentar. Además de la prueba testimonial estaba un estudio realizado sobre las líneas telefónicas que permitían ubicarlo a Albornoz en la ventana temporal en que ocurrió el hecho, otra que permitió reproducir un fragmento de una escucha que lo comprometía seriamente y también relevar el lugar exacto donde estuvo guardado el vehículo antes que sea abandonado en la vía pública».
También explicó el porqué de la detención tardía del acusado: «El avanzado estado de descomposición de los cuerpos no permitió en un primer momento determinar la causa de muerte, sino que fueron necesarios muchos estudios complementarios que fueron solicitando desde la oficina forense, muchos de los cuales se llevaron a cabo con equipo de la Corte Suprema de la Nación, que generó una demora y fue recién dos años después del hecho que tuvimos una causa de muerte y así pudimos atribuirle el hecho a quien nosotros ya considerábamos que era el posible autor», concluyó Gioria.
En tanto luego de la audiencia, Dionisio Ayala, abogado defensor del condenado a perpetua confirmó que apelarán el fallo considerando que «en la camioneta no se encontró ADN de Albornoz y que una cosa es tener la camioneta y otra es matar a alguien». Además, sostuvo que «hace cinco años que se está investigando y no hay nada sobre el otro involucrado».
El crimen
El atroz doble homicidio del matrimonio hallado por la empleada doméstica, luego de más de una semana de estar muertos dentro de la vivienda familiar, ubicada en Francia al 1100 en barrio Sur en octubre de 2018, conmocionó a la opinión pública. El avanzado estado de las dos víctimas en el interior de la vivienda, Mónica Rampazzo de 57 años y Rafael Espino de 62, no permitieron en primera instancia determinar fehacientemente la causa que produjo la muerte.
Los primeros análisis sobre las víctimas fueron realizados durante el hallazgo y con posterioridad se enviaron muestras de órganos al Instituto Médico Legal de la ciudad de Rosario, y también a Buenos Aires, donde científicamente quedó demostrado que la pareja había fallecido como consecuencia de asfixia, es decir, fue un atroz doble asesinato.
En la vivienda también se hallaba el hijo del matrimonio, Rodrigo Espino de 33 años, que era discapacitado motriz y mental, que fue trasladado al Cullen, llegando con un cuadro agudo de hipotermia y deshidratación; falleció días después. También faltaba un vehículo que fue hallado días después en la vía pública y fue una de las primera pistas que terminó con la detención del único acusado en el mes de agosto 2020.
Fuente: Diario Uno