Navidad en octubre: una decisión repetida
El presidente de facto de Venezuela, Nicolás Maduro, oficializó nuevamente que la Navidad se adelantará al 1 de octubre. Se trata del séptimo año consecutivo en que se implementa esta medida, y el segundo en la misma fecha.
“Vamos a aplicar la fórmula de otros años que nos ha ido muy bien para la economía, para la cultura, para la alegría y para la felicidad. Vamos a decretar que desde el 1° de octubre arranca la Navidad en Venezuela, otra vez, este año también”, afirmó Maduro en su programa televisivo Con Maduro +.
Argumentos de Maduro
El mandatario sostuvo que esta decisión busca impulsar la economía y fomentar la cultura festiva venezolana. Además, expresó que “otra vez este año la Navidad arranca el primero de octubre con alegría, comercio, actividad, cultura, villancico, gaita y hallaca”.
En ese marco, Maduro enfatizó que “nada ni nadie en este mundo” puede privar a Venezuela de sus tradiciones. “Nadie en el mundo nos va a quitar el derecho a la felicidad, a la vida y a la alegría”, agregó.
Tensiones con Estados Unidos
El anuncio no se desprende del contexto internacional. Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos atraviesan un momento de máxima tensión, con acusaciones de narcoterrorismo contra Maduro y el aumento de la recompensa por su captura a 50 millones de dólares.
Además, la llegada del nuevo secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, a embarcaciones militares en el Caribe, fue interpretada por Caracas como una señal de amenaza directa. “A Venezuela nadie la va a humillar, no vamos a aceptar la humillación del imperio gringo (…) Ninguna generación de venezolanos se va a humillar al imperio gringo. Jamás. Ni hoy ni nunca”, sentenció el líder chavista.
Una medida que combina política y simbolismo
Más allá del componente festivo, la decisión de adelantar la Navidad también funciona como un gesto político en medio del enfrentamiento con Washington. La celebración anticipada refuerza la narrativa oficialista sobre la defensa de la “felicidad del pueblo” frente a lo que el régimen califica como agresiones externas.