Vera, Santa Fe. – Tras una de las peores lluvias registradas en su historia reciente, la ciudad de Vera comienza lentamente a retomar la normalidad. En menos de seis horas, durante la noche del lunes y la madrugada del martes, se precipitaron 420 milímetros, una cantidad que desbordó el sistema pluvial y dejó buena parte del ejido urbano bajo el agua.
«La totalidad de Vera quedó bajo el agua», explicó la intendenta Paula Mitre en declaraciones radiales, al tiempo que reconoció que el fenómeno superó cualquier previsión meteorológica y obligó a activar el protocolo de emergencia provincial. Los sectores más bajos fueron los más afectados.
Unas 120 personas debieron ser evacuadas y alojadas en clubes como Gimnasia y Huracán, además de un espacio en el hospital regional. El gobierno provincial, a través de Protección Civil, desplegó un operativo de asistencia que incluyó tareas de evacuación, asistencia sanitaria y drenaje del agua.
Para este miércoles, se espera que la mayoría de los evacuados pueda regresar a sus casas, según estimaciones del periodista local Mario Galoppo. Además, se confirmó la reanudación de las clases en las escuelas de la ciudad, dado que el nivel del agua comenzó a descender y las zonas más críticas se restringen a las cercanías de la ruta nacional 11.
Si bien la emergencia da un respiro, el episodio volvió a poner en evidencia las carencias estructurales del sistema de desagüe en Vera. Las autoridades locales reconocen que es necesario retomar el debate sobre obras de fondo que prevengan futuras catástrofes de este tipo.