Un recuerdo que tocó el corazón de todos
Durante la reciente emisión de su programa en El Trece, Mirtha Legrand abrió la noche con un sentido homenaje a Alejandra “Locomotora” Oliveras, la excampeona mundial de boxeo fallecida el pasado 28 de julio a los 47 años, tras sufrir un accidente cerebrovascular isquémico en Santa Fe.
“Adorable, inteligente. Una mujer admirable”, expresó la conductora, conmovida, al recordar las visitas de Oliveras a su mesa televisiva.
Más que una campeona: el legado de Oliveras
Junto a sus invitados, Legrand repasó la vida de la boxeadora como una historia de superación personal, coraje y compromiso con los demás. La conversación giró no solo en torno a su carrera deportiva, sino a su capacidad de transmitir esperanza e inspiración a través de las redes sociales y su contacto directo con el público.
“Había empezado en el boxeo para defenderse de la violencia doméstica”, recordó el periodista deportivo Gastón Edul. Y añadió: “Tenía una sensibilidad para llegar a la gente que era innata. Era hipnótica escucharla hablar”.
Influencia social y cercanía humana
Carlos Mac Allister, exsecretario de Deporte, compartió anécdotas sobre su trabajo con Oliveras en el programa Campus con tu Ídolo, destacando su humildad y su determinación.
“No quería plata del Estado. Quería trabajar y ayudar”, relató Mac Allister, recordando cómo fue requerida por provincias de todo el país para llevar su mensaje motivacional.
Una figura inolvidable para quienes la conocieron
El impacto emocional de su partida también tocó a personas cercanas a Mirtha Legrand. “Marcela la adoraba, quedó destruida. Me dijo que era un genio”, comentó la diva, aludiendo a su hija Marcela Tinayre.
La actriz Cecilia Roth también destacó su fortaleza y simbolismo: “Para ser locomotora, hay que estar en la punta del tren. Y eso era ella: fuerte, decidida”.
Un símbolo de lucha, motivación y carisma
El recuerdo de Alejandra Oliveras traspasó el cuadrilátero. “Dale, vos podés” era su frase más repetida, una consigna de vida que llegó a jóvenes, mujeres y personas que necesitaban creer en sí mismas, incluso fuera del ámbito deportivo.
En la mesa de Mirtha, su figura fue celebrada con respeto y emoción, dejando en claro que su legado va mucho más allá de sus títulos mundiales.