Rosario Central volvió a empatar en el Gigante de Arroyito y no pudo quedarse con tres puntos necesarios para empezar a despegar en el Torneo Clausura 2025. Fue 1-1 contra el Talleres de Carlos Tévez, que volvió a Rosario como técnico rival. Los goles fueron de Alejo Véliz, a los 43 minutos del primer tiempo, y de Valetín Depietri, a los 2 del complemento.
El plan de Ariel Holan fue mantener a Ángel Di María suelto en el ataque, con Gaspar Duarte en el extremo derecho y la reaparición de Jaminton Campaz por el lado opuesto. Arriba, Alejo Véliz, quien fue titular pese a la lesión en el hombro que sufrió ante Boca.
Aunque en el inicio Talleres, que se plantó en Arroyito con línea de cinco e intentaba salir casi siempre jugando desde abajo, amagó con manejar la pelota y tener la iniciativa, las primeras aproximaciones de peligro fueron del conjunto auriazul, más práctico y directo.
Primero con un tiro libre de Fideo, que esta vez le apuntó al palo del arquero y exigió una buena estirada de Guido Herrera, y después con un avance dentro del área que terminó en una doble respuesta del guardameta, en medio de la desesperación del equipo cordobés por despejar la pelota.
Esas dos llegadas activaron al Canalla en el partido. Di María, con toda su jerarquía, empezó a influir en el armado del juego, a veces por adentro y otras recostado a la derecha. Fue el que más intentó y el conductor del equipo, incluso cuando el encuentro se puso áspero y los rivales lo empezaron a buscar y le hicieron varias faltas. Nunca se achicó.
Con menos posesión y más lejos del arco auriazul, al equipo de Carlos Tévez le tomó bastante trabajo poder salir y llevar algo de peligro a los dominios de Jorge Broun. Así y todo, avisó con un gran disparo de media distancia de Ulises Ortegoza que Fatura, muy tapado, despejó con una estupenda volada sobre su palo izquierdo.
Sobre el final del primer tiempo, el conjunto de Holan logró destrabar el resultado: luego de un centro de Angelito desde la derecha, Véliz la paró de pecho dentro del área, sacó un buen remate con la pierna diestra y convirtió el 1-0 que hizo estallar al Gigante.
El comienzo del complemento no dio respiro en Arroyito y en un puñado de minutos pasó de todo. A los 2, Talleres construyó una buena jugada colectiva y, tras un buen centro desde la derecha, Valentín Depietri decretó de cabeza el empate cordobés. Los rosarinos salieron algo dormidos y lo pagaron caro.
Pero enseguida el Canalla reaccionó y volvió a golpear: Di María habilitó a Duarte, el extremo lanzó un centro rasante al corazón del área chica y Catalán, en su intento por despejar, la metió en su propio arco. Sin embargo, el juvenil estaba ligeramente adelantado y Lobo Medina, tras la revisión del VAR, lo anuló.
Duarte volvió a ser protagonista de un ataque peligroso de Central. Picó al vacío tras un pase magistral de Ignacio Malcorra y, cuando estaba por pisar el área, Miguel Ángel Navarro lo hizo trastabillar. Aunque Lobo Medina primero sancionó penal, luego desde el VAR le indicaron que la falta había sido afuera. Por eso, cobró el tiro libre y expulsó al volante por doble amarilla.
El conjunto de Tévez zafó del penal en contra y en el tiro libre Fideo le pegó a la barrera, pero tenía que aguantar al menos 20 minutos con uno menos para intentar llevarse un punto de Rosario. Por eso, Holan empezó a mover el banco y mandó a la cancha a Enzo Copetti, otro nueve, por Campaz. Después entraron Giovanni Cantizano y Santiago López, otras dos alternativas ofensivas, por Malcorra y Duarte.
El Canalla fue a la carga en los minutos finales con más empuje que ideas claras, incluso hasta con cierta desesperación, pero dependió siempre de la inventiva de Di María para generar peligro en el arco de Herrera. Fideo estuvo cerca con un zurdazo de media distancia que el arquero tapó junto a un palo, en cuyo rebote se lo perdió Emanuel Coronel.
Lo de Talleres fue puro aguante y sacrificio en Arroyito, sobre todo después de quedarse con un jugador menos. Aunque el conjunto auriazul hizo todo el gasto y buscó el gol de la victoria hasta el pitazo final, la chapa no se volvió a mover y hubo tablas en Rosario.
El resultado dejó un sabor amargo para Central, sobre todo porque empezó ganando y por cómo fue el trámite, favorable al equipo canalla.
Sin embargo, también es una realidad que los de Holan no terminan de encontrar su mejor rendimiento ni los triunfos necesarios –ganó dos y empató seis– para afianzarse en el torneo, más allá de que siguen entre los clasificados –7º con 12 puntos y medio tiempo pendiente ante Sarmiento– y segundos en la tabla anual –a 2 unidades de River–.
Fuente: Rosario 3