Reacción oficial tras la operación en Río
En Brasil continúa la controversia luego de que el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro calificara como “éxito” la operación policial realizada en una favela contra el Comando Vermelho, una de las mayores facciones criminales del país. El mandatario aseguró que “las únicas víctimas fueron policías”, una frase que desató rechazo y debate público.
Según las autoridades locales, la ofensiva se llevó a cabo para frenar el avance del crimen organizado en el estado. Sin embargo, las cifras difundidas posteriormente mostraron un saldo dramático: al menos 136 muertos, 287 detenidos y 54 desaparecidos, lo que contrasta con la versión oficial inicial.
Contexto político y acusaciones cruzadas
Castro, identificado políticamente con el sector de derecha y cercano al expresidente Jair Bolsonaro, acusó al Gobierno federal de falta de apoyo en la lucha contra el crimen organizado. Explicó que pidió refuerzos militares y vehículos blindados, que habrían sido rechazados tres veces.
El gobernador afirmó: “Esta es una guerra que trasciende la seguridad pública. Río está solo en esta pelea”. Además, anticipó posibles represalias del crimen organizado por los resultados del operativo.
Respuesta del gobierno federal
Desde Brasilia, la postura fue distinta. El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, cuestionó las declaraciones del gobernador y sostuvo que si el estado no puede controlar la situación, debería pedir una intervención federal o la activación de la Garantía de Ley y Orden (GLO).
Lewandowski señaló que las declaraciones de Castro tendrían un componente político con vistas a las elecciones del próximo año, e insistió en que “si el gobernador no logra enfrentar el delito, será superado por el crimen organizado”.


 
			 
			 
                                
                              
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		