Este martes comenzó en Países Bajos una cumbre clave de la OTAN, en la que los líderes de los 32 países miembros debaten durante dos jornadas en medio del conflicto en Medio Oriente entre Irán e Israel. Las posturas se dividen entre la posibilidad de renovar su compromiso con el gasto en defensa o profundizar las diferencias internas en la organización de seguridad más importante del mundo.
Uno de los principales puntos del encuentro es el respaldo a la propuesta de destinar el 5% del Producto Interno Bruto de cada país a seguridad, una meta que busca fortalecer la capacidad defensiva de la alianza frente a posibles agresiones externas.
La presencia de Donald Trump y su influencia en la guerra
La presencia del presidente Donald Trump, en su primer viaje oficial a la OTAN desde su regreso a la presidencia de Estados Unidos, estaba originalmente enfocada en remarcar el logro de haber obligado a los aliados a aumentar sus presupuestos militares. Sin embargo, la atención giró hacia otra decisión suya.
El mandatario estadounidense confirmó el bombardeo de tres instalaciones nucleares en Irán, que según su administración, debilitó los avances del régimen persa en su carrera atómica. Además, sorprendió al anunciar que Israel y la República Islámica alcanzaron un “cese al fuego completo y total”.
Irán confirmó 610 muertos durante los 12 días de ataques
Las autoridades de Salud de Irán confirmaron que al menos 610 personas han muerto y más de 4.700 han resultado heridas en los últimos 12 días como consecuencia de los bombardeos de Israel.
En un mensaje en la red social X, el portavoz de Salud, Hosein Kermanpour, ha indicado que se han producido 4.746 heridos, de los que 971 permanecen hospitalizados, y que entre los muertos hay 13 niños, uno de ellos de dos años.
La organización de derechos humanos Hrana, un grupo crítico con el Gobierno iraní y con sede en Estados Unidos, ha indicado, por su parte, que el número de muertos es de 974 y el de heridos de 3.458.
La información sobre el número de muertos y heridos se manejó con cautela tanto en Irán como en Israel, donde oficialmente murieron 28 personas, 4 de ellos en el último ataque iraní antes de la entrada en vigor de la tregua, en el que también resultaron heridas 13 personas.
Ucrania y Rusia siguen presentes
Pese a la nueva coyuntura en Medio Oriente, la guerra entre Rusia y Ucrania continúa ocupando un lugar central en la agenda de la OTAN. Así lo expresó el secretario general de la alianza, Mark Rutte, quien remarcó que el conflicto ucraniano representa una amenaza directa a la estabilidad europea.
Aunque se ausentó de la reunión de líderes que busca sellar el nuevo acuerdo de gasto, el presidente Volodymyr Zelenskyy llegó a La Haya para mantener reuniones bilaterales. Su presencia recuerda la cumbre del año pasado en Washington, donde los países miembros se comprometieron a brindar apoyo a largo plazo a Kiev y a respaldar su incorporación futura a la OTAN.
El apoyo de Francia y Alemania a Ucrania
En la víspera del encuentro, el presidente Emmanuel Macron y el canciller alemán Friedrich Merz publicaron un artículo conjunto en el Financial Times en el que manifestaron su respaldo al proceso de paz impulsado por Estados Unidos, con el objetivo de preservar la soberanía ucraniana y garantizar la seguridad en Europa.
“Mientras se mantenga la trayectoria actual, Rusia encontrará en Francia y Alemania una determinación inquebrantable. Lo que está en juego determinará la estabilidad europea para las próximas décadas”, escribieron los líderes europeos.
“Nos aseguraremos de que Ucrania emerja de esta guerra próspera, robusta y segura, y nunca vuelva a vivir bajo el temor de la agresión rusa”, agregaron en el texto.
Antes de sumarse formalmente a las actividades de la cumbre, Zelenskyy tenía programado un encuentro con el primer ministro holandés, Dick Schoof, y luego un discurso en el parlamento local. Su agenda refuerza la importancia que el conflicto con Rusia mantiene para la diplomacia europea, incluso cuando otros focos de tensión surgen en simultáneo.