Los exjefes de la Policía de Santa Fe, Rafael Grau y Omar Odriozola, fueron condenados a seis años de prisión tras ser declarados culpables de integrar una asociación ilícita que defraudó al Estado provincial. El fraude estuvo vinculado a maniobras irregulares en la reparación de móviles policiales. La resolución fue dictada por los jueces Celeste Minniti, Sebastián Szeifert y Cecilia Labanca, quienes encontraron responsables a los acusados por los delitos de asociación ilícita en concurso real con defraudación agravada contra la administración pública.
El origen de la investigación
La causa, conocida como “D4”, se inició en 2016 a partir de una denuncia presentada por Maximiliano Pullaro, entonces ministro de Seguridad y actual gobernador de Santa Fe. La denuncia surgió tras la recepción de un sobre anónimo que alertaba sobre facturación de trabajos mecánicos que no se realizaban y repuestos que nunca se entregaban. Esa presentación dio lugar a una investigación que derivó en un proceso judicial de gran envergadura.
El juicio y las pruebas
Durante el juicio oral, que comenzó a fines de mayo, declararon más de 80 testigos, entre ellos Pullaro, exfuncionarios policiales, técnicos y peritos. Los testimonios y las pruebas documentales fueron clave para demostrar las irregularidades en los procedimientos administrativos y financieros del área de mantenimiento vehicular de la fuerza.
Las penas y el alcance de la causa
El fiscal Ezequiel Hernández había solicitado nueve años de prisión para los exjefes policiales, a quienes señaló como piezas centrales de un esquema delictivo destinado a defraudar al Estado. Además de Grau y Odriozola, ya son nueve los condenados en esta causa, incluidos cinco funcionarios policiales, de los cuales cuatro recibieron penas de cumplimiento efectivo.