Operadores actuales bajo la lupa
No queremos hacer un comentario peyorativo, sino blanquear actividades que se conocen en el Gobierno Nacional de Javier Milei, pero que también se observan en gobiernos provinciales y municipales.
“¡Qué gran operador!”, dicen algunos.
Naaa. Apenas son dirigentes mediocres que, por tener presupuesto y poder, se dedican a presionar a otros, ya sean Gobernadores, Intendentes o Legisladores. Han visto mucha TV.
Los tropiezos de Karina Milei y Totito
En Corrientes, la estrategia de la hermana del Presidente salió cuarta. Vergüenza.
Y Totito, en otras oportunidades, corrió con la misma suerte.
No son idóneos para ocupar los cargos que ocupan. Solo tienen presupuesto, y mucho, para “espiar” a gente, incluso dentro del mismo gobierno.
El recuerdo de Juan Carlos “Chueco” Mazzón
Juan Carlos “Chueco” Mazzón sí era un verdadero constructor de la política.
Trabajaba 24 horas en las relaciones humanas y políticas, con propios y ajenos.
Cuando un Presidente se peleaba con alguien, el Chueco mantenía ese vínculo vivo para recomponerlo cuando fuera necesario.
Un “operador” construye y no destruye, suma voluntades a favor de un proyecto y es leal. Ejemplo de ello fue Mazzón, fiel a Carlos Menem y a Néstor Kirchner. Cristina nunca lo quiso, y así le fue en las urnas.
Operadores de hoy: enriquecimiento y negocios
Los pseudooperadores actuales solo se enriquecen, incluso con dinero de las mafias, como los Vicentin, los narcos o a través de la cartelización de la obra pública.
Además, muchos periodistas ensobrados les venden espejitos de colores. También están los periodistas “operadores”, de cuarta categoría, porque apenas hablan dejan en claro a quién responden.
Entre lo gracioso y lo penoso
Lo de Totito y Karina puede parecer gracioso, pero es penoso que jueguen a ser “operadores” con la plata de todos los argentinos.
De esta manera, el recuerdo del Chueco Mazzón se potencia como símbolo de lo que realmente significaba ser un operador político.
CFIN