Murió Dolores “Lolín” Rigoni a los 100 años
Dolores Noemí López Candan de Rigoni, más conocida como Lolín Rigoni, falleció en la madrugada de este martes a los 100 años. Fue la última representante activa de Madres de Plaza de Mayo en Neuquén, reconocida por su trayectoria en defensa de los derechos humanos.
Participación pública hasta sus últimos años
A pesar de su edad avanzada, Lolín continuaba participando de las rondas tradicionales de los jueves en el monumento a la Madre, ubicado en el centro de Neuquén. Su última aparición pública fue durante el verano, en uno de los encuentros mensuales del tercer jueves.
En esos actos, marchaba junto a familiares y referentes de derechos humanos, en torno al pañuelo blanco que representa la lucha por memoria, verdad y justicia.
Mensaje en el aniversario de Madres de Plaza de Mayo
El 30 de abril, en el marco de un nuevo aniversario de la creación del movimiento Madres de Plaza de Mayo, Rigoni envió un mensaje grabado que fue compartido durante un acto en la Universidad Nacional del Comahue. En ese saludo, renovó su pedido de justicia y alentó a continuar con el compromiso colectivo.
Su historia, atravesada por la dictadura
Durante la última dictadura cívico-militar, su hijo Roberto fue detenido y asesinado en 1980, tras un operativo militar en una casa de militantes en la localidad de Isidro Casanova. Cuatro días después, su cuerpo fue hallado en la ruta provincial 21, a la altura de González Catán.
A raíz de ese hecho, Rigoni se sumó al grupo de Madres de Plaza de Mayo, participando en la primera reunión en Buenos Aires en 1977 y organizando el primer acto público en Neuquén en 1980.
Una vida marcada por pérdidas
Además de la muerte de su hijo Roberto, enfrentó la pérdida de su esposo Helvecio Alberto “Toto” Rigoni y de su otro hijo, Ricardo. También había fallecido su amiga cercana, Inés Ragni, otra de las Madres de Plaza de Mayo de Neuquén, y su esposo Oscar.
Legado en el Alto Valle
A lo largo de las décadas, Rigoni se convirtió en una de las figuras más representativas de la lucha por los derechos humanos en la región. Su trayectoria fue reconocida en distintos ámbitos institucionales y sociales.
Quienes la conocieron destacan su compromiso, su lucidez y su capacidad para sostener la memoria colectiva, incluso en contextos adversos. Su fallecimiento marca el cierre de una etapa importante en la historia de la defensa de los derechos humanos en Neuquén.