En Wimbledon solo se habla de Rafael Nadal. El español convocó a una conferencia de prensa para anunciar que no jugará el partido por las semifinales ante el australiano Nick Kyrgios por la lesión que sufrió en el abdominal en el duelo ante Taylor Fritz. De esta manera, el mallorquín se bajó de la búsqueda de su título 23 de Grand Slam y el nacido en Oceanía accedió directamente a la final donde espera por el ganador del duelo entre Novak Djokovic y Cameron Norrie.
El español se mostró este jueves en una de las canchas auxiliares entrenando y poniendo a prueba su físico pero las imágenes dejaron en claro que su condición física no es la adecuada para afrontar un partido de semifinales de un torneo como Wimbledon y mucho menos después de disputar una batalla de 4 horas y 20 minutos ante Fritz.
La decisión de renunciar a la posibilidad de jugar el partido que da acceso a la final se hizo todavía más clara con el correr de las horas cuando Rafa convocó una conferencia de prensa de último momento para hacerle frente al tema.
«Aquí sólo me vale ganar; el resto no me sirve de mucho», dijo Nadal, consciente de que, además, en esta edición el torneo no reparte puntos por la sanción a rusos y bielorrusos y de que único objetivo es engordar aún más el récord de Grand Slams.
Y siguió: «Es prácticamente imposible pensar en ganar dos partidos de este nivel con un abdominal roto. Pensaba durante todo el día qué decisión tomar, pero no tiene sentido intentarlo. Si sigo la lesión va a ser peor. Estoy muy triste».
Entrenamiento en la previa
Nadal había acudido este jueves a las instalaciones de Wimbledon para entrenarse y practicar el saque, ante la incertidumbre sobre su estado físico, y con la intención de preparar el encuentro contra Kyrgios de este viernes. Pero probó y no pudo desarrollar su juego con normalidad por el dolor que le provoca su lesión muscular en la zona abdominal.
Nadal tenía programada una hora de entrenamiento en las pistas principales de Wimbledon, las que están abiertas al público, pero cambió sus planes y se ejercitó en el Aorangi Park.
Se ejercitó alrededor de una hora, alejado de las miradas de la prensa, junto a sus entrenadores, Francis Roig y Marc López. Durante los ejercicios, Nadal probó el saque, el golpe más lastrado por la lesión abdominal que se produjo en el encuentro de cuartos de final contra Taylor Fritz.