Este viernes, Abuelas de Plaza de Mayo anunció “el feliz encuentro de un nuevo nieto, el 138″. Nació en el cautiverio de su mamá en la ESMA. Es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, quienes fueron secuestrados el 10 de diciembre de 1976 en la Ciudad de Buenos Aires. Su abuela es Rosa Pourtalé.
Durante la conferencia que se realizó en el auditorio de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExEsma), explicaron que la madre del nieto recuperado estaba embarazada de nueve meses cuando fue secuestrada junto a su esposo. Ambos fueron reconocidos dentro de la ESMA a partir de testimonios que dieron las y los sobrevivientes del Centro Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio.
“Fueron vistos en el centro clandestino donde se tienen contabilizados más de 30 nacimientos. Pensaban llamar Soledad o Manuel al bebé que esperaban”, detalló Estela de Carlotto y recordó que “la verdad siempre sale a la luz”.
“Esta restitución es, una vez más, la muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y la centralidad de las políticas de Derechos Humanos”, dijo y destacó la importancia de organismos como la CoNaDi, el Banco Nacional de Datos Genéticos y la secretaría de Derechos Humanos.

En julio de 2023, la organización había anunciado la recuperación del nieto 133, identificado como Daniel Santucho Navajas. Se trató de la primera restitución en lo que va de 2023. Las últimas habían sido en diciembre de 2022.
Entre aquella aparición y ésta se resolvieron cuatro casos de mujeres embarazadas que fueron secuestradas por la dictadura y asesinadas antes de parir. Se trata del caso de los nietos 134, 135, 136 y 137, qué gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y el Poder Judicial logró resolverse.
El 1º de septiembre de 2023, desde el organismo comunicaron los cuatro casos e indicaron: “Lamentablemente, no es la primera vez que debemos concluir una búsqueda con este espantoso final. Son casos que han llevado años de investigación, trámites y reconstrucción, también tiempo de asimilación por parte de las familias que, en muchos casos han decidido hacer el duelo en la intimidad”.
“Los restos de Liliana Vaccarini, Hilda Margarita Farías y Liliana Beatriz Girardi fueron identificados por el EAAF en 2022, 2019 y 2012, respectivamente. El caso de Dora Elena Vargas, fue más complejo, puesto que no fue a través de restos óseos, sino de pericias en las que el cruce de datos de archivos, prontuarios policiales y datos de contexto permitieron concluir que su muerte se produjo antes de la fecha probable de parto”, especificaron.
Allí completaron: “Las identificaciones de estas cuatro mujeres han sido producto de investigaciones documentales, exhumación de fosas comunes, comparación de huellas dactiloscópicas y decadactilares, entre otras pericias realizadas por diversas instituciones y organismos que trabajan para reconstruir lo que ocurrió con los y las desaparecidas