El congreso del Partido Justicialista (PJ) de este fin de semana expuso a un peronismo detonado y con implicancias inmediatas que se plasmaron este lunes con la renuncia del diputado nacional, Eduardo Toniolli, perteneciente al Movimiento Evita, a la vicepresidencia del partido. Rápidamente apareció el primer hueso de la fractura expuesta que significó el congreso para el peronismo.
“El sábado pasado en el marco del congreso partidario provincial y aprovechándose de la virtualidad, un puñado de dirigentes convirtió lo que deberías ser una herramienta democrática para resolver cómo organizarse frente a las convencionales constituyentes, en un espectáculo bochornoso haciendo participar a personas que no eran congresales”, escribió en su texto de renuncia elevado al presidente del PJ, Guillermo Cornaglia.
Aquel día, el perottismo, el sector de Marcelo Lewandowski y el Movimiento Evita se plantaron para definir la libertad de acción para competir en las convencionales, sin depender exclusivamente de la lista única del PJ. Antes del mediodía denunciaron una votación amañada y que se conectaron personas que no eran congresales. Finalmente, se retiraron del congreso.
Eduardo Toniolli y la trampa
“Frente a la trampa del pullarismo de someter al peronismo a una elección sin PASO, ninguna opción en danza era buena, pero algunos eligieron la peor: romper todo”, continuó Toniolli. Los sectores que se retiraron denunciaron que no hubo transparencia y estaban haciendo una votación amañada. «Quieren llevar de prepo para la mesa de acción diga quién participa y quien no con el escudo del PJ», sostuvieron.
Luego definió: “No voy a seguir participando del órgano ejecutivo de nuestro partido. En adelante seguiré -como afiliado- haciendo lo que hago desde hace 15 años: militar la causa nacional”.
Los que se fueron del congreso dicen que no tiene validez. Del otro lado quedaron los senadores, el rossismo, La Cámpora y los intendentes quienes argumentan que los que abandonaron estaban buscando excusas.
Así, se supone que el perottismo tendrá su lista a convencional con Santa Fe para Todos por fuera de la estructura partidaria, Lewandowski irá con su escudería y el Movimiento Evita podrá competir por ejemplo con Ciudad Futura. Es decir, tendrán su libertad de acción a la fuerza. En el polo de la conducción del PJ algunas voces plantean rearmar la mesa de acción política, el órgano que tendrá la lapicera para la constituyente, ya sin los disidentes.
Fuente: La Capital