Inicio de una etapa clave
Con la finalización del movimiento de suelo, la obra del nuevo puente Santa Fe–Santo Tomé entra en una fase determinante: la colocación de los pilotes, prevista para el 25 de junio, según informó el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico.
Los trabajos son ejecutados por la UTE conformada por Pietroboni, Semisa y Cosivial S.A., y representan una inversión provincial de $39.811 millones. El nuevo puente se construye en paralelo al actual Puente Carretero.
La etapa más crítica de la construcción
Enrico definió este momento como “el camino crítico” de la obra, por su complejidad técnica. Se trata de la instalación de 136 pilotes de hormigón armado de 33 metros de profundidad y un metro de ancho, que serán colocados cada 40 metros. Cada uno servirá de base para los estribos y vigas que soportarán la estructura del puente.
“El plan prevé colocar un pilote por día”, detalló el ministro, y remarcó que la obra avanza conforme al cronograma previsto.

Una obra largamente esperada
El nuevo puente tendrá 1.324 metros de largo y permitirá una mejor conexión entre ambas ciudades. Se construirá al sur y paralelo al actual, que quedará para el ingreso a Santo Tomé, mientras que el nuevo será utilizado para el cruce hacia Santa Fe.
“Se hicieron más de 40 estudios de suelo y venimos cumpliendo los plazos”, aseguró el director general de Vialidad Provincial, Pablo Seghezzo.
Cuatro frentes de obra simultáneos
La obra se desarrolla en cuatro sectores: dos en el lecho del río y su valle de inundación, y dos en las cabeceras urbanas. Estas últimas comenzarán cuando los frentes hídricos estén avanzados.
Según Guillermo Boggia, inspector de Vialidad Provincial, la ejecución de los pilotes comenzará en el Río Salado hacia el exterior, avanzando luego con columnas, cabezales, vigas y los 43 tableros que conformarán la estructura.
Intervención urbana en ambas cabeceras
En Santa Fe, se demolerá el pavimento actual y se construirán dos calzadas nuevas, cada una con carriles de 3,65 metros y banquinas de 2 metros. En tanto, en Santo Tomé, se proyecta un reordenamiento vial integral de avenida 7 de Marzo, con carriles exclusivos para bicicletas y sendas peatonales.
También se incorporarán barandas, defensas metálicas, iluminación LED, bicisendas y sistemas de protección contra erosión, reforzando la seguridad y la funcionalidad del nuevo viaducto.