La pobreza en Argentina continúa siendo uno de los principales desafíos sociales y económicos. De acuerdo con el informe del Indec correspondiente al primer semestre de 2025, el 31,6% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, mientras que el 6,9% no logra cubrir la canasta básica alimentaria y se encuentra en la indigencia. En números absolutos, esto representa 9,45 millones de personas pobres, de las cuales 2,05 millones son indigentes.
Contrastes regionales en el mapa de la pobreza
Las diferencias entre regiones son marcadas. El Noreste argentino (NEA) es el área más comprometida, con un 39% de pobreza. Dentro de esta región, Gran Resistencia registró un alarmante 48,1%, mientras que Corrientes llegó al 37,4% y Posadas al 38,1%.
En la región de Cuyo, los índices también son elevados: Gran San Juan alcanzó el 36% y Gran Mendoza el 33,5%.
El Noroeste (NOA) presentó un 31,2% de pobreza, con cifras preocupantes en Gran Catamarca (34%) y Santiago del Estero-La Banda (32,5%).
En la región Pampeana, el promedio fue de 30,5%, aunque con grandes contrastes: Concordia, con 49,2%, se ubicó como una de las ciudades más golpeadas, mientras que Bahía Blanca-Cerri mostró un 23,5%, uno de los niveles más bajos del país.
En el Gran Buenos Aires, el 31,5% de las personas se encuentra en situación de pobreza. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el índice fue del 15,1%, pero en el conurbano escaló al 35,3%.
La Patagonia registró la menor incidencia del país (27%), destacándose Ushuaia-Río Grande con 22,3% como una de las zonas con menor proporción de pobreza.
Provincias con fuertes descensos
El informe también revela caídas notables respecto al año anterior. Formosa redujo su índice de pobreza del 67,6% al 28,3%, una baja de casi 40 puntos porcentuales en un año.
Algo similar ocurrió en Río Cuarto, que pasó de 54,3% a 24,4%, y en Ushuaia-Río Grande, que cayó de 48,6% a 22,3%.
Gran Resistencia y Gran Tucumán-Tafí Viejo también mostraron mejoras, aunque siguen dentro de los niveles más elevados del país.
Los más afectados: niños y jóvenes
El impacto de la pobreza afecta con mayor dureza a los sectores más jóvenes. Según el Indec, el 45,4% de los menores de 14 años vive en hogares pobres, mientras que en el grupo de 15 a 29 años el índice se ubicó en 37%.
Entre los adultos de 30 a 64 años, la incidencia fue del 27,7%, y en los mayores de 65 años del 10,8%.
Brecha de ingresos y realidades urbanas
El estudio también detalla que los ingresos de los hogares pobres estuvieron, en promedio, 37% por debajo de la canasta básica total, mientras que en el caso de los indigentes la brecha con la canasta alimentaria fue del 37,9%.
Además, la pobreza fue mayor en aglomerados urbanos de menos de 500.000 habitantes (32,4%) que en las grandes ciudades (31,4%), lo que refleja un patrón de vulnerabilidad más profundo en localidades medianas y pequeñas.