La reciente pelea entre Mike Tyson y Jake Paul no solo generó una gran expectativa en el mundo del boxeo, sino que también dejó cifras económicas impresionantes. El evento, celebrado en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, con capacidad para 80.000 espectadores, marcó el regreso al cuadrilátero de Tyson tras 20 años de retiro, y consolidó a Paul como una figura clave en el espectáculo deportivo moderno.
Aunque las entradas continuaron vendiéndose hasta último momento, la transmisión del combate a través de Netflix permitió a millones de personas disfrutar del evento desde sus hogares.
Según los reportes oficiales que se realizaron luego de la finalización, el enfrentamiento generó una recaudación cercana a los u$s80 millones, una cifra que confirma el atractivo global de ambos contendientes.
Las ganancias individuales también fueron notorias. Mike Tyson, quien en su apogeo llegó a ganar hasta u$s30 millones por pelea, obtuvo aproximadamente u$s20 millones por esta participación. Por su parte, Jake Paul, en declaraciones previas al combate, aseguró: «Estoy aquí para ganar u$s40 millones y noquear a una leyenda».
El nuevo modelo de negocio en el boxeo
Jake Paul revolucionó el deporte con su enfoque híbrido que combina entretenimiento y boxeo. Apodado “El Gallo de Dorado” por sus fanáticos en Puerto Rico, el influencer supo capitalizar su popularidad en redes sociales para construir un modelo promocional altamente rentable.
Su alianza con Nakisa Bidarian, exdirectivo de la UFC, y su cofundación de Most Valuable Promotions le han permitido organizar eventos que rompen récords de audiencia, como su pelea contra Tommy Fury, que recaudó más de u$s800.000 solo en pagos por evento (PPV).
Por su parte, los 58 años, Mike Tyson volvió a subirse al cuadrilátero para recordar por qué es una de las máximas leyendas del boxeo. Aunque su historial incluye momentos polémicos, como el célebre incidente con Evander Holyfield en 1997 o su encarcelamiento en los años 90, su capacidad para generar interés sigue intacta.
Este combate no fue la excepción, atrayendo tanto a fanáticos del deporte como a una nueva generación curiosa por ver a Iron Mike enfrentarse a una estrella contemporánea como Paul.
Paul, por su lado, representa una nueva era en el boxeo, donde el espectáculo es tan importante como la técnica. Su capacidad para generar ingresos es respaldada por un patrimonio neto estimado en u$s80 millones, impulsado por sus millones de seguidores en redes y su habilidad para atraer a públicos diversos al deporte.
Más allá de la recaudación millonaria, el enfrentamiento entre simboliza la convergencia de dos épocas del boxeo. Tyson, con su legado imborrable, representó la tradición y la historia del deporte. Paul, en cambio, personificó la innovación y el entretenimiento. Juntos, demostraron que el boxeo sigue siendo un espectáculo capaz de capturar la atención global y redefinir el significado de éxito en el ring.
El valor de las entradas
El evento no escatimó en opciones para los asistentes. Las entradas estándar oscilaban entre u$s69 en las gradas superiores y hasta u$s32.392 por asientos premium en el piso.
Además, los paquetes VIP ofrecieron experiencias personalizadas valoradas entre 5.000 y 25.000 dólares, mientras que la exclusiva MVP Owner’s Experience alcanzó un precio de u$s2 millones.