Acciones conjuntas para mitigar el riesgo hídrico
El Gobierno de la Provincia de Santa Fe y la Municipalidad capitalina trabajan en un plan integral de obras y mantenimiento para reducir la vulnerabilidad hídrica de la ciudad. Bajo la coordinación del Ministerio de Obras Públicas, se ejecutan tareas en defensas, estaciones de bombeo y la red de drenaje urbano.
El secretario de Recursos Hídricos, Nicolás Mijich, explicó que existe una mesa de trabajo quincenal entre Provincia y Municipio, junto al Ministerio de Seguridad y la Secretaría de Protección Civil, para evaluar avances y medidas frente a lluvias intensas y crecidas.
Refuerzos en defensas y obras estratégicas
La Provincia finalizó mejoras en el sistema de defensas del Gran Santa Fe y registra un 70 % de avance en la rehabilitación del Terraplén Garello. También proyecta una nueva obra en la descarga del desagüe La Rioja hacia el Dique 2 del Puerto.
En paralelo, se avanza en la consolidación del Dique 2 del Puerto, con técnicas de estabilización y protección contra erosiones. Estas intervenciones ya demandaron una inversión superior a 10.700 millones de pesos, mientras que en el Terraplén Garello la cifra supera los 14.000 millones de pesos.
Mantenimiento de la red urbana de drenaje
La Municipalidad ejecuta un plan intensivo de limpieza y desobstrucción de bocas de tormenta, canales y reservorios. En los últimos 18 meses se removieron 4.500 metros cúbicos de sedimentos, con el 95% de las bocas de tormenta hoy operativas.
Además, se rehabilitaron más de 200 kilómetros de entubados, 150 kilómetros de canales y 10.000 metros cúbicos de reservorios.
Refuerzo de estaciones de bombeo
Para fortalecer el sistema pluvial, la Provincia adquirió siete nuevos equipos de bombeo de 600 m³/h, mientras que otros cinco están en reparación. El Municipio también recupera equipos propios. En total, se contabilizan 23 equipos en proceso de reposición, reparación o respaldo operativo.
Un plan integral para la ciudad
Con estas obras y acciones conjuntas, Provincia y Municipio buscan garantizar un sistema hídrico más seguro y eficiente, capaz de enfrentar lluvias intensas y crecidas de los ríos.