El jugador de voley fue clave para que la Selección argentina de vóley consiguiera la medalla de bronce en Tokio. En paralelo, atravesaba un duro momento personal.
Luciano De Cecco fue uno de las grandes figuras de la Selección argentina de voley en los Juegos Olímpicos de Tokio, aunque en medio del torneo tuvo que afrontar momentos complicados. Según explicó, tuvo una “caída anímica”.
“Sufrí de depresión y no mucha gente lo sabe. Afronté torneos como si nada y después me iba a mi casa y estaba tirado con la luz apagada, mirando películas todo el tiempo, sin hacer nada”, dijo.
Cada vez son más los atletas que deciden abrirse: en el fondo, detrás de la faceta deportiva, son personas que sufren como todos. La tenista Naomi Osaka abandonó torneos por estar deprimida y sufrir de ataques de ansiedad; Simone Biles se bajó de los Juegos y Santiago García, ex Godoy Cruz, se suicidó por esta enfermedad.
Para De Cecco, segundo mejor jugador del mundo, no fue fácil: “En los JJ.OO de Tokio lo sentí. Después hay que saber manejarlo. La forma de ser de cada uno te lleva a encerrarte y trata de hacer lo mejor”.
Luciano De Cecco habló de su crisis más profunda: “Sufrí depresión y no mucha gente sabía”
Todos tenemos dificultades y problemas que se ocultan dentro de un jugador, dentro de la camiseta. Y el que tiene problemas tiene que decirlo y tratar de dejarse ayudar. La parte fundamental de la persona y el deportista es la mente, y si no se está bien de la mente es imposible vivir”, dijo en diálogo con la revista Acción.
De Cecco fue elegido como el segundo mejor jugador del mundo en 2021: fue campeón con el Civitanova en la Superlega de Italia, el armador fue fundamental para conseguir la medalla de bronce.
“Tuve esta caída anímica en la que te sobrepasan todas las situaciones porque te exigís al máximo para llegar a donde querés llegar. El extrañar a los tuyos también te lleva al desgano, a la falta de concentración”, cerró.