El dato de inflación de 6% para enero que dio a conocer el Indec esta tarde implica un retroceso en el camino de la desaceleración de los precios y también en la discusión sobre el nivel de tasa de política monetaria mínimo e imprescindible para evitar mayores presiones en el mercado financiero. Esa tasa es la que impacta en los rendimientos de los plazos fijos. Si se mantiene sin cambios, las colocaciones a 30 días le empatarían con lo justo a la suba de precios mientras que si se dispusiera una suba -lo cual ahora queda en plena discusión- aumentan las chances de que los depositantes decidan correr el riesgo de mantener sus ahorros en pesos. Pero el consumo, y la economía en general, se enfriarían aún más.
Cuántos años tardará la Argentina en bajar la inflación a un dígito según la experiencia internacional
Dentro de un estudio que abarcó 27 países, Ecuador fue el que más rápido la bajó. Cuál fue la receta que aplicaron naciones tanto de Europa, Asia y África y los ejemplos en América Latina
En cualquier caso, la medida no está resuelta sino que pasó de un status de “descartada” a “en evaluación”. En el propio equipo económico reconocen que una posible suba de la tasa de interés que el Banco Central paga a las entidades financieras por las Leliqs vuelve a estar sobre la mesa de discusión, después de 5 meses fija en 75% nominal anual, lo que es equivalente a 6,25% mensual. “El dato de inflación vuelve a dejar abierta esa puerta”, aseguraron.
Lo cierto es que la tasa llegó al nivel actual tras nueve subas consecutivas durante el año pasado, la última de ellas en septiembre cuando la inflación de agosto se ubicó en 7% mensual. A partir de ahí, y en línea con expectativas de inflación descendente, la tasa se mantuvo estable incluso con registros de inflación levemente por encima del 6% que se conoció hoy. Noviembre y diciembre, en cambio, promediaron una inflación de 5%, lo que llegó a abrir el debate sobre la necesidad de bajar la tasa de interés que, probablemente, ahora se vuelva a subir.
Fuente: Infobae