Más temprano, Idalia había llegado a categoría 4 en la escala Saffir-Simpson. El Centro de Huracanes destacó que la ligera disminución del viento tiene pocas implicaciones prácticas y que la tormenta no es menos peligrosa. “Este cambio en la velocidad del viento no disminuye la amenaza de marejadas ciclónicas catastróficas y vientos dañinos”, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
El Servicio Meteorológico Nacional en Tallahassee dijo que Idalia era “un evento sin precedentes” ya que no hay registros de que un huracán de gran envergadura haya pasado nunca antes por la bahía de Big Bend.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, instó a los residentes de las comunidades bajas a prestar atención a las órdenes de refugiarse en terrenos más altos, ya que la marejada ciclónica podría causar inundaciones potencialmente mortales. “El tiempo se está agotando muy, muy rápidamente”, remarcó.
Mary Wolcott Martino, de 79 años, una editora y escritora de viajes en San Petersburgo, hacía las maletas tan rápido como podía este martes por la tarde, guardando objetos que no se pueden reemplazar, como discos duros con fotos familiares. “Nos vamos en cinco minutos”, dijo. Ella y su marido no tapiaron su casa porque dicen que esta vez están más preocupados por las inundaciones que por los fuertes vientos. “Estamos a sólo 3 metros sobre el nivel del mar”, explicó.
Evacuaron las plataformas de energía instaladas en el Golfo de México
Los productores de energía del Golfo de México también estaban tomando precauciones. La petrolera estadounidense Chevron evacuó al personal de tres plataformas de producción de petróleo, mientras que Kinder Morgan planeaba cerrar un oleoducto.
Las perturbaciones relacionadas con Idalia se extendieron a la costa atlántica de Florida en Cabo Cañaveral, donde el lanzamiento de un cohete programado para este martes y que transportaba un satélite de inteligencia de la Fuerza Espacial de Estados Unidos se retrasó indefinidamente debido al huracán.
El NHC dijo que el centro de Idalia probablemente golpearía la costa de Florida en algún lugar de la región de Big Bend, en el norte del estado. La zona, aproximadamente entre las ciudades del interior de Tallahassee y Gainesville, está mucho menos poblada que la zona de Tampa-San Petersburgo, al sur.
La mayor parte de los 21 millones de habitantes de Florida, junto con muchos de Georgia y Carolina del Sur, estaban bajo avisos y advertencias de huracán, tormenta tropical y marejada ciclónica. El gobernador Henry McMaster declaró este martes el estado de emergencia en Carolina del Sur para impulsar los preparativos para la tempestad. DeSantis emitió un decreto similar para Florida a principios de esta semana.
El presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó el lunes una declaración de emergencia para Florida, lo que garantiza ayuda federal para afrontar el paso de Idalia. “Hablé con el gobernador anoche, le estamos proporcionando todo lo que pueda necesitar. Estamos en contacto constante”, dijo Biden el martes sobre DeSantis, que como él se postula para la presidencia en 2024.
Idalia pasó de tormenta tropical a huracán este martes, un día después de pasar al oeste de Cuba, donde dañó viviendas, inundó pueblos y dejó a más de 200.000 personas sin luz.
Casi 150 personas murieron el año pasado cuando el huracán Ian azotó la costa oeste de Florida como una devastadora tormenta de categoría 4, provocando marejadas ciclónicas y fuertes vientos que derribaron puentes, arrasaron edificios y causaron daños por valor de más de 100.000 millones de dólares.
Los científicos advierten que las tormentas se volverán cada vez más potentes a medida que el planeta se calienta debido al cambio climático.
Fuente: TN