El presidente de la Cámara de Diputados estuvo esta mañana en el Senado. Al mediodía ingresó a Casa de Gobierno para hablar con Alberto Fernández en medio de la escalada de las declaraciones cruzadas en el Frente de Todos. Más temprano se celebró la primera reunión de Gabinete en meses
En un giro inesperado de la cada vez más agitada y virulenta interna del Frente de Todos, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se encontró esta mañana con la Presidenta del Senado, Cristina Kirchner, y luego con el presidente Alberto Fernández, con quien almorzó durante más de una hora. El contenido de los diálogos se mantiene aún en reserva, mientras crece la expectativa sobre un eventual acercamiento o la posibilidad de que se tomen medidas políticas en el Gabinete, como viene exigiendo el kirchnerismo.
En la Casa Rosada buscaron bajar el tono a las reuniones y aseguraron que por lo pronto no habrá ningún cambio. Dijeron que la reunión entre Massa y el Presidente estaba programada previamente, para discutir la conformación de las comisiones y la agenda legislativa. Y destacaron que no están al tanto de lo conversado con Cristina Kirchner previamente. Tampoco si hubo un nexo entre ambos encuentros. Pero no descartaron que se haya discutido la interna. “Todos tenemos mensajes de todos, porque todos hablamos de todo. Obviamente, no hay temas prohibidos. Todos hablan de todo”, dijo una alta fuente del entorno del Presidente pasadas las 14.
En el Senado mantenían la reserva.
El líder del Frente Renovador intenta apaciguar los enfrentamientos entre sus dos socios del Frente de Todos luego de 24 horas durante las cuales las declaraciones cruzadas, que venían escalando, y se enardecieron a un punto sin antecedentes. Ayer, el ministro de Desarrollo Comunitario y dirigente kirchnerista, Andrés “Cuervo” Larroque, subió el tono de los cuestionamientos que viene lanzando desde hace un mes, al decir, directamente, que el Gobierno “es de La Cámpora”. En paralelo, la propia Cristina Kirchner volvió a cuestionar la legitimidad de Alberto Fernández, a través de Twitter.
Y esta mañana, la fractura se evidenció durante la primera reunión del Gabinete en meses, encabezada por el ministro coordinador, Juan Manzur. En calidad de vocero del albertismo, luego del cónclave, pidió no darle trascendencia a las críticas del kirchnerismo, aunque resaltó, como lo había dicho previamente en varias ocasiones el mismo Alberto Fernández, que el Presidente es quien toma las decisiones en la gestión pública. Fue una respuesta a Larroque, que se sumó a la reacción de ayer del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que también responde al Presidente.
En el agitado contexto, la presencia de Massa en el Senado y luego en Balcarce 50 disparó las especulaciones en el oficialismo, donde la mayor parte de los dirigentes espera un encauzamiento de la crisis entre el Presidente y la Vicepresidenta, enfrentados abiertamente desde que se firmó el acuerdo con el FMI. Entre ambos se cortó el diálogo hace meses, como admitieron en distintas oportunidades en ambos campamentos. En el Instituto Patria esperaban un acercamiento de parte del Presidente, que no llegaba, mientras continuaban con las presiones en público. Mientras que en la Casa Rosada la postura era no contestar a las críticas y “enfocarse en la gestión”.
El pico de ayer en la interna pareció sentar el terreno para un acercamiento, deslizaron ayer, en diálogo con Infobae, dos alfiles de La Cámpora y del “albertismo”. Sin embargo, no se habían registrado señales de una conversación hasta esta mañana. La visita de Massa, tercer integrante del FDT que mantiene buenas relaciones con los dos representantes del Ejecutivo, podría derivar en un entendimiento, o en la cristalización de la ruptura. Mientras se desarrollaba la reunión del líder del Frente Renovador y el Presidente, en el Senado no habían dejado trascender, aún, los detalles de la conversación previa con Cristina Kirchner. En el comienzo de la tarde, el contenido de las incipientes conversaciones se mantenía bajo total reserva, mientras crecen las dudas sobre el desarrollo de las relaciones entre los fundadores del Gobierno, cuando transcurre uno de los momentos políticos de mayor temperatura desde que asumieron el poder nacional, en 2019.