En el estadio Monumental Banco Pichincha, bajo un clima pesado en Guayaquil, Carlo Ancelotti debutó se convirtió en el tercer entrenador italiano en la historia de las Eliminatorias Sudamericanas y el primero en más de 50 años, cuando el argentino nacionalizado italiano Omar Sívori dirigió a la Selección Argentina en 1973. Y generó un impacto. Se trata del único técnico en ganar las cinco grandes ligas de Europa y que, además, se alzó con dos UEFA Champions League con el Milan y otras tres con el Real Madrid. Sin embargo, Brasil todavía no consigue cambiar la cara: empató sin goles ante Ecuador en un partido chato y se acercan al Mundial 2026.
“Debemos hacer un partido completo tanto a nivel defensivo como ofensivo. Ecuador viene en una buena racha y es un rival difícil en este momento. No hay más que eso”, dijo Carletto en la previa del encuentro. Ecuador está invicto como local en las Eliminatorias con cinco victorias y tres empates e incomodó a Brasil, que nunca pudo imponer las condiciones y se limitó a alguna escapada de Vinicius por la izquierda que nunca logró gravitar. Del otro lado, ante la ausencia de Raphinha por acumulación de tarjetas amarillas, Ancelotti confió en Estevao, pero el juvenil de 18 años de Palmeiras pareció falto de confianza y perdió siempre ante Pervis Estupiñán.
Sebastián Beccacece, elogiado en la previa por Ancelotti y quien intercambió algunas palabras con el entrenador italiano minutos antes de que el chileno Piero Maza pitara el comienzo del encuentro, pobló la mitad de la cancha y así Ecuador marcó el ritmo del juego. Estupiñán se paró como un mediocampista más y funcionó en tándem con Nilson Angulo en la izquierda, por donde el Tri consiguió mayor profundidad. Sin embargo, le costó generar ocasiones claras de peligro y al final el empate sin goles fue justo para lo visto a lo largo de los 90 minutos.
La clasificación de ninguno de los dos corre riesgo. Ecuador es escolta de Argentina con 24 puntos y Brasil marcha cuarto con 22 unidades. De todos modos, claro está que Ancelotti necesita más de su flamante equipo, todavía lejos de lo que exige la historia del pentacampeón mundial. El martes, ante Paraguay en San Pablo, tendrá una nueva oportunidad y se presentará ante el público brasileño.