Un adiós anticipado en el fútbol profesional
El pasado jueves, el mundo del deporte recibió una noticia que sorprendió a fanáticos y colegas: Erik Lamela, exfutbolista de River Plate y la Selección argentina, anunció su retiro del fútbol a los 33 años, tras rescindir contrato con el AEK de Atenas. Su próximo paso será convertirse en ayudante de campo de Matías Almeyda en el Sevilla de España.
El problema físico que lo obligó a retirarse
En una extensa publicación en Instagram, Lamela agradeció a sus clubes, compañeros y familiares, pero también reveló el verdadero motivo de su retiro: problemas crónicos en las caderas que arrastra desde hace más de una década.
“Hace 11 años comenzaron los dolores y en 2017 fui operado de ambas caderas, siendo la izquierda la más afectada”, explicó.
“Me dijeron que con el tiempo iba a volver a empeorar y eso es lo que estoy viviendo ahora”.
Sacrificio y dolor constante
Lamela relató que para poder competir en condiciones aceptables tomó pastillas antes de cada partido durante los últimos cinco años, incrementando la dosis con el tiempo.
“Fue un esfuerzo que solo los que estuvieron cerca lo saben realmente. Tener dolor, jugar y entrenar con molestias pasó a ser algo normal en mi día a día”, confesó.
El cierre de una etapa
El exjugador aseguró que la última temporada fue especialmente difícil, ya que su método de entrenamiento se adaptaba a su lesión, algo que no fue aceptado por el club en esta etapa. “Tengo la tranquilidad de haber ido hasta el final y de no haberme guardado nada”, concluyó.