Newell’s no fue menos que Huracán. Le jugó de igual a igual, sufrió ataques visitantes, pero también arrimó peligro. Aunque sin dudas el karma de las lesiones ya es una cruz muy pesada para este plantel. Porque dejaron la cancha maltrechos Sordo, Méndez y Velázquez. Todas bajas que obligaron a Sanguinetti a remendar un equipo ya diezmado por las reiteradas dolencias. Y cuando el cotejo caminaba por la paridad en el complemento Panchito González cometió un penal infantil, que el Zorro Cóccaro anotó para darle los tres puntos al globo. Un castigo duro para un Newell’s que hizo un partido digno, pero se quedó sin nafta al final y quedó herido tirado en la lona de la derrota.
En el arranque del juego el globo salió enfurecido. A la salida de un córner se lo devoró abajo del arco Patricio Pizarro, que no llegó a conectar con precisión en absoluta soledad.
Newell’s comenzó acorralado, pero sobre los diez minutos se sacó la modorra con un buen tiro bajo de Sforza desde afuera, que se fue apenas desviado sobre el primer palo quemero. Otra vez Juan Sforza, que portó la cinta de capitán, asistió a Balzi, que ejecutó un disparo picante, mal control del arquero y por poco no llegó Reasco para abrir la cuenta.
Huracán trataba de sostener el balón. Newell’s estaba replegado, pero con los cubiertos en la mano para la réplica rápida. Otra buena recuperación de Sforza, cedió a Balzi, que abrió a Sordo y su tiro con chanfle se fue por el segundo palo.
Enseguida la perdió Brian Aguirre, Newell’s quedó mal parado y casi factura Garré con un remate cruzado que se fue ancho. Promediando la etapa por una molestia Sordo dejó la cancha y los suplantó Panchito González. El trámite se hizo de ida y vuelta, con dos equipos que fueron asumiendo cada vez más riesgos.
Otra lesión más en Newell’s. Afuera Méndez con un traumatismo en la rodilla izquierda y adentro Jacob. Arremetida de Gesse y despejó Ditta a un metro de la línea de sentencia. Se terminó un primer tiempo intenso del rojinegro, más que aceptable, pero con los accidentes de las lesiones y los cambios obligados.
En el reinicio de las acciones saltó a la cancha Juanchón García por Reasco. El trámite comenzó parejo. Pero el karma de las lesiones siguió haciendo de las suyas en el rojinegro. Gustavo Velázquez no pudo seguir tras el traumatismo en la cabeza sufrido en el primer tiempo y tomó la posta Mansilla. Y salió Portillo, de partido discreto, por Pablo Pérez.
Y promediando el complemento se cayó la estantería leprosa. Panchito González quiso despejar y se llevó puesto a Benítez dentro del área. Baliño no dudó. Penal. Y el Zorro Cóccaro le rompió el arco a Morales.
A remar contra la corriente. Un Newell’s diezmado por las lesiones igual fue al frente, pero ya con pocas energías para dar vuelta la historia. El piberío leproso empujó, pero el globo con oficio manejó los tiempos. Fattori casi lo liquida, aunque la pelota salió pegada al caño derecho. Hasta Ditta terminó jugando en una pierna. La lepra se quedó sin nafta al final y cayó en Parque Patricios.
Fuente: La Capital