Este viernes, Newell’s y Tigre empataron 1 a 1 en el Coloso, en un partido que abre la fecha 12 del Torneo Clausura. Ignacio Russo, que decidió jugar el partido a pesar de la muerte de su padre, anotó el gol de la visita. Lo empató rápidamente por Facundo Guch.
El Rojinegro empezó con el pie izquierdo el partido. Cuando no pasaba nada, una corrida de David Romero, que dejó pagando a Lollo, le sirvió el gol a Nacho Russo como una ofrenda. El delantero, que venía de despedir a Miguel Russo y llegó este viernes a Rosario, no pudo contener la emoción tras el gol.
Pero rápidamente salió uno de los pibes al rescate. Facundo Guch empató el partido tras una gran jugada de Luciano Herrera.
El equipo volvía a mostrarse desangelado, sin juego como en los partidos anteriores y en un clima de rumores externos que conspiran contra la soltura de los futbolistas. Pero el gol de Guch, al menos, presentó una carta llena de ilusión que despertó el famoso «poné a los pibes» que bajaba con doble mensaje desde las tribunas.
El segundo tiempo salió con cambios de movida. Fabbiani sacó a Lollo (habrá que esperar la confirmación sobre si fue táctico o físico) y puso a Salcedo, que se mostró más activo. Pero el equipo seguía atado. Con los otros movimientos el equipo pareció soltarse. Los ingresos de Gómez Mattar y Jerónimo Russo agitaron el avispero.
Las salidas con silbidos de Ever Banega y Gonzalo Maroni no hicieron más que darle un marco al momento que vive el club.
En el final, la victoria pudo ser de la Lepra: Zenobio le apagó el grito de gol a Gomez Mattar y Charly González hizo levantar al estadio con un cabezazo que movió la red del lado de afuera.
Pero no hubo mucho más. Se repitieron los ecos de partidos anteriores. Se cantó por los pibes y se reprobó a los grandes. El equipo sigue decepcionando y los objetivos para el semestre ya son historia.
Fuente: Rosario 3