El primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, acusó al gobierno de Australia de no actuar con firmeza frente al antisemitismo, tras el ataque registrado en la ciudad de Sídney que dejó al menos 11 personas muertas. Las declaraciones se produjeron pocas horas después del atentado, en un contexto de conmoción internacional y creciente preocupación por la seguridad de la comunidad judía.
El mandatario israelí sostuvo que el hecho violento debe analizarse dentro de un marco más amplio de incremento del odio antijudío en Australia, y advirtió que la inacción política contribuye a la expansión de este fenómeno.
Advertencias previas y reclamos políticos
Netanyahu afirmó que el antisemitismo “es un cáncer que se expande cuando los líderes guardan silencio y no actúan”, y reveló que meses atrás había transmitido su preocupación al primer ministro australiano, Anthony Albanese, sobre el avance de expresiones de odio contra los judíos en el país.
En ese sentido, remarcó que la falta de decisiones concretas frente a discursos y manifestaciones antisemitas puede derivar en hechos de violencia extrema. “Ocurrió un hecho espantoso y el número de víctimas está aumentando momento a momento”, expresó el jefe de gobierno israelí tras conocerse el ataque.
Críticas del gobierno israelí a Australia
Las críticas no se limitaron a Netanyahu. El ministro israelí de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli, cuestionó con dureza a las autoridades australianas y aseguró que permitir marchas antisionistas y normalizar expresiones antisemitas creó un clima propicio para el atentado.
Chikli responsabilizó al gobierno australiano por no establecer límites claros frente al odio hacia judíos e israelíes, y advirtió que el silencio institucional puede tener consecuencias directas en términos de violencia.
Tensión diplomática y reacción internacional
Las declaraciones de los funcionarios israelíes se suman a una creciente tensión diplomática entre ambos países y a los pedidos de diversos sectores internacionales para reforzar las medidas de seguridad y las políticas de prevención contra el antisemitismo.
Mientras continúan las investigaciones sobre el ataque en Sídney, el atentado volvió a poner en el centro del debate global la necesidad de combatir los discursos de odio y proteger a las comunidades vulnerables frente a hechos de violencia.

