Un encuentro clave en plena guerra en Ucrania
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Anchorage, Alaska, para reunirse con Vladimir Putin en busca de un tratado de paz que ponga fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. Es el primer encuentro cara a cara entre ambos líderes en el segundo mandato de Trump, tras seis reuniones durante su primera presidencia.
Alaska, escenario con historia
La reunión tiene lugar en la base militar Elmendorf-Richardson, un lugar cargado de simbolismo, ya que Alaska fue comprada a Rusia en 1867. Durante la Guerra Fría, esta región fue estratégica para la defensa estadounidense.
Intenciones opuestas
Mientras Trump insiste en que esta es una «cumbre de paz», Putin parece más enfocado en mejorar sus relaciones con Estados Unidos que en llegar a concesiones significativas sobre Ucrania.
Según expertos, Moscú siente que está ganando la guerra y arriesga poco en este encuentro.
El gran ausente: Volodimir Zelenski
El presidente ucraniano no participa en la cumbre, pese a su reclamo de estar presente en las negociaciones que definen el futuro de su país. Tampoco asisten líderes europeos ni de la OTAN, lo que genera preocupación en Bruselas ante la posibilidad de un acuerdo bilateral que redibuje el mapa de Ucrania sin el aval de Kiev.
Las exigencias de Putin y la presión de Trump
Putin exige que Ucrania reconozca su soberanía en Crimea, Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, y que renuncie a ingresar a la OTAN.
Trump, en cambio, presiona a Kiev para que acepte ceder parte del territorio ocupado por Rusia, lo que ha generado rechazo en el gobierno ucraniano.
Escenarios posibles
Analistas internacionales señalan que un acuerdo completo es poco probable en esta cumbre, pero podría abrir la puerta a negociaciones tripartitas con Zelenski en un futuro próximo. Sin embargo, Putin no parece dispuesto a ceder en sus exigencias territoriales.