Entre hoy y mañana, miles de empleados públicos que están bajo modalidad de contrato (no integran la planta permanente estatal) verán caer sus convenios y, por decisión de la gestión de Javier Milei, quedarán desvinculados del Estado. El Gobierno no puede informar aún cuál será la cifra global de rescisiones, pero fuentes calificadas señalaron hoy a LA NACION que se estima que “entre el 15 y el 20% de los contratos” no se renovarán a fin de mes. El dato oficial preciso se conocerá recién con las liquidaciones de abril.
La desvinculación masiva de empleados obedece a que el decreto 84/2023 del 23 de diciembre había fijado que todos los empleados con modalidad de contrato a fines del año pasado renovarían su situación sólo por tres meses y serían sometidos a un “relevamiento exhaustivo” para que las autoridades evalúen, caso por caso, la continuidad de sus contrataciones. Los gremios estiman que unos 71.000 empleados de la administración central del Gobierno (65.000 de planta transitoria y 6.000 bajo la modalidad de contrato por asistencia técnica profesional) culminan sus contratos hoy y deben ser sujetos a renovación para continuar en sus funciones.
La orden oficial fue que el responsable de cada organismo evaluara quiénes asisten a trabajar a diario y quiénes cumplen funciones necesarias para la gestión. Extraoficialmente, en las últimas semanas circuló en distintas dependencias que el objetivo de la Casa Rosada era que la guadaña alcanzara a “entre el 20 y el 30%” de los contratados”. Consultados por LA NACION, hoy en Balcarce 50 moderaron esa cifra y dijeron que estiman que las desvinculaciones finalmente alcanzarán a “entre el 15 y el 20% de los contratados”.
Es decir, que en la administración central -sin contar las decenas de organismos descentralizados- serían entre 10.500 y 15.000 cesanteados. En el Ministerio de Economía, donde hoy se registraron algunas protestas, confirmaron a este medio que los cesanteados serán el 15% de los empleados con modalidad de contrato.
Respecto de la forma de instrumentar los despidos, también trascendió que la orden oficial fue que las desvinculaciones se hicieran hoy, a 48 horas de Semana Santa, y de manera verbal, sin una notificación oficial. En la Casa Rosada aseguraron que “no hubo una bajada al respecto” y que “cada área manejará la situación a su manera”, pero que hay organismos que comunicarán la no renovación de los contratos a través del sistema Gestión Documental Electrónica (GDE).
Los gremios estatales, UPCN y ATE se encuentran en estado de alerta en estas horas. En el caso de ATE, el gremio más combativo, esta tarde habrá una jornada de lucha frente a la sede del exministerio de Agricultura sobre avenida Paseo Colón. Se eligió ese lugar por el anuncio del cierre de la Secretaría de Agricultura Familiar. Para la semana próxima se organizaría un festival en la explanada del CCK (que hoy el Gobierno anunció que le cambiará el nombre) por los recortes en los organismos vinculados al área de cultura.
Caso por caso
Con el correr de las horas se va conociendo la magnitud que tendrá el recorte en distintos organismos. En la Anses, los gremios están en situación de asamblea porque en las últimas horas fueron desvinculados 910 trabajadores.
En el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), donde trabajan más de 400 personas, se habla de que habrá un recorte del 30% de los empleados y -según fotos publicadas en redes sociales- se habría enviado personal policial a las distintas sedes donde funciona el organismo. En la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) se rescindieron 135 contratos, según una nota de su titular, Diego Spagnuolo, que fue publicada por la agencia Noticias Argentinas (NA).
Tal como publicó LA NACION, en la Fábrica Argentina de Aviones Sociedad Anónima (Fadea) suspendieron de manera rotativa al 30% del personal -que cobra el 75% del salario- y establecieron un plan de retiros y jubilaciones anticipadas.
La Jefatura de Gabinete, a cargo de Nicolás Posse, no bajó una instrucción a todas las áreas respecto de cuántos contratos rescindir y con qué modalidad hacerlo, si bien está claro que la “motosierra” guía a todas las decisiones en la gestión de Milei, en la práctica y también en el discurso oficial. Una fuente de Casa Rosada apuntó: “La gente que trabaja y que se necesita que siga trabajando, seguirá en su puesto”.
Fuente: La Nación