Milei hablará esta noche desde la Casa Rosada
El presidente Javier Milei se dirigirá al país este viernes a las 21 mediante una cadena nacional. El anuncio fue confirmado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien adelantó que el mensaje será transmitido desde el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Durante la habitual conferencia de prensa matutina, Adorni evitó profundizar sobre los vetos ejecutivos al ser consultado por periodistas:
“Hoy a las 21 hay una cadena nacional que va a estar brindando el presidente de la Nación”, respondió.
Los vetos a leyes aprobadas por el Congreso
En su discurso, Milei explicará los fundamentos de los vetos a leyes sancionadas por el Congreso, entre ellas el aumento de jubilaciones, la reinstauración de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad.
Estas normativas habían sido aprobadas por amplia mayoría en ambas cámaras.
Contexto político: rechazo a decretos del Ejecutivo
El anuncio presidencial se da en medio de un clima tenso entre el Ejecutivo y el Congreso. La Cámara de Diputados rechazó recientemente cinco decretos del Poder Ejecutivo, que proponían la disolución de organismos públicos, como Vialidad Nacional, y reformas estructurales en las áreas de Transporte, Cultura y Economía.
Uno de los puntos más controvertidos fue la iniciativa de fusionar el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) con el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial). También se contemplaba una transformación en el Banco Nacional de Datos Genéticos y modificaciones al régimen de excepción para la Marina Mercante.
Críticas de Francos a los diputados
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó su descontento con el rechazo legislativo:
“Es medio ridícula la situación… Si te delegan y después te rechazan cuando utilizás la delegación, es como una cosa medio ilógica”, cuestionó.
En particular, sobre los organismos científicos, señaló que “no se cuestiona la función del INTA, sino su burocracia administrativa”. Como ejemplo, mencionó que la entidad cuenta con seis mil empleados y tres mil automóviles, algo que calificó como “una cosa ridícula”.