Al filo de la medianoche de este martes, Armando Zalazar, un joven de 23 años, fue atacado en la puerta de su casa, ubicada en la esquina de las calles Chanaes y Guillermo Tepper. Todo comenzó cuando Zalazar escuchó unos golpes en la puerta. Sin sospechar el peligro que le acechaba, abrió y fue recibido con una lluvia de disparos de un arma calibre .45. Los testigos relatan que el joven cayó al suelo, ensangrentado, y quedó inmóvil en un charco de sangre.
Los gritos y el estruendo de los disparos alertaron a las personas que se encontraban en el interior de la casa. Rápidamente, llamaron al 911 para reportar el suceso. Minutos después, efectivos de la Comisaría 28° y del Comando Radioeléctrico de la Costa llegaron al lugar, donde preservaron la escena del crimen y comenzaron a interrogar a posibles testigos. Además, se aseguraron de revisar las cámaras de videovigilancia de la zona en busca de pistas.
La llegada de los investigadores de homicidios y los peritos criminalísticos de la Policía de Investigaciones (PDI) marcó el inicio de una exhaustiva investigación. Los especialistas recolectaron evidencias, incluyendo vainas servidas de una pistola calibre 9 milímetros, y comenzaron a establecer el contexto del crimen.
La información fue comunicada a las autoridades superiores de la Unidad Regional I La Capital y al fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación. Con órdenes de realizar peritajes criminalísticos y de identificar testigos, la investigación tomó un rumbo más definido. El cuerpo de Zalazar fue trasladado a la morgue judicial, donde se le realizaría la necropsia correspondiente.
A medida que se profundizaba la investigación, surgió el nombre de un individuo con quien Zalazar tenía viejas rencillas, quien sería señalado como el presunto autor del asesinato.
Fuente: Diario Uno