La ciudad de Esperanza continúa conmocionada tras conocerse nuevos elementos de la investigación por el femicidio de María Cecilia Ojeda, de 42 años, encontrada sin vida en su vivienda durante la mañana del domingo 30 de noviembre.
Cómo ocurrió el hallazgo
De acuerdo con fuentes oficiales, un llamado al 911 alertó sobre un episodio de violencia de género alrededor del mediodía. Cuando la policía llegó al domicilio ubicado en la zona de Moreno y Bosch, constató que la mujer había fallecido y presentaba lesiones compatibles con un ataque con arma blanca.
El rol del principal sospechoso
Las primeras actuaciones apuntaron a la expareja de la víctima, Diego Duran, con quien Ojeda tenía dos hijos en común. Testimonios y cámaras de seguridad confirmaron su presencia en el domicilio horas antes del hecho, lo que reforzó la hipótesis de su participación directa en el crimen.
Tras el ataque, Duran huyó en una motocicleta tipo enduro, según indicaron los investigadores de la Policía de Investigaciones del distrito Las Colonias y la Subcomisaría 19.
Un giro trágico en la Ruta Provincial 6
Minutos después del femicidio, un siniestro vial fatal sobre la Ruta Provincial N.º 6 sumó un capítulo determinante. En el kilómetro 86, una motocicleta Honda XR 150 chocó contra un camión Volkswagen con cisterna, cuyo conductor circulaba en sentido norte-sur.
El motociclista murió en el acto, y al llegar al lugar, personal de la PDI y de la UR XI verificó que la identidad, la vestimenta y el vehículo coincidían con los datos de Diego Duran.
Avances judiciales y acompañamiento a la familia
La fiscal Laura Giordanino quedó a cargo de la investigación por el femicidio de Ojeda. En paralelo, la fiscal María Laura Arri interviene en el siniestro vial, ordenando pericias y la autopsia correspondiente para determinar las causas del fallecimiento del motociclista.
Las fiscalías trabajan de manera coordinada para reconstruir la secuencia completa del caso y avanzar hacia la calificación formal del hecho como femicidio.
Mientras tanto, los dos hijos menores de la pareja fueron puestos bajo resguardo y permanecen acompañados por organismos de protección que asisten a la familia en este contexto de extrema gravedad.
La causa continúa abierta y la comunidad de Esperanza permanece profundamente impactada por la violencia del hecho y su desenlace.

