Bajo la premisa del “discurso de odio”, tras el intento de asesinato de la vicepresidente, Cristina Kirchner, el Gobierno vuelve a insistir con una vieja idea que ya había causado rechazo: regular el uso de las redes sociales.
Así lo reconoció el presidente, Alberto Fernández, quien desde Estados Unidos propuso “regular el uso de las redes sociales” para que “deje de circular el discurso violento y de odio”.
Desde el kirchnerismo vienen insistiendo en este aspecto y desde un sector del Frente de Todos buscan impulsar una ley sobre discursos de odio. Pese a la polémica de la iniciativa, Fernández no escondió su apoyo e insistió: “Me parece que es un esfuerzo que tenemos que hacer como sociedad porque nadie quiere lo que le pasó a Cristina [Kirchner]”.
En esa línea, el jefe de Estado argumentó: “Tras la pandemia se ha generado un desánimo social muy grande en todo el mundo, y ese desánimo es aprovechado por sectores reactivos, a veces son más de izquierda, a veces más de derecha, pero parecen estar prevaleciendo los de derecha”.
“Promueven realmente un discurso confrontativo y un discurso de odio que, a veces, penetra en la cabeza de mucha gente y este es un problema que tenemos y debemos afrontar”, resaltó Alberto Fernández.
Censurar las redes sociales: los antecedentes del kirchnerismo
Desde su llegada al poder, el kirchnerismo ha expresado sus intenciones de censurar lo que se publica en internet. En marzo de este año el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz anunció que presentaría un proyecto de ley para regular las redes sociales para “el bien común de la sociedad“.
“Estamos trabajando con un estudio pionero que marca y propone un pacto para el buen uso de las redes sociales y que dejen de intoxicar el espíritu de nuestra democracia”, sostuvo.
Más atrás en el tiempo, a comienzos de 2020, la por entonces ministra de Seguridad, Sabina Frederic, reconoció que desde las fuerzas federales se realizaban ciberpatrullajes en las redes sociales para detectar el “humor social”.