Tanto el senador Parrilli como el sindicalista Walter Correa, alineados con Cristina Kirchner, cuestionaron la estrategia de Alberto Fernández para compensar la inflación. Exigieron “audacia, decisión y firmeza” y más medidas, como un bono a estatales y privados
El kirchnerismo presiona a la Casa Rosada para que se tomen más medidas vinculadas con la recomposición de los salarios frente a la fuerte alza de la inflación: dos referentes del espacio coincidieron en advertir que “las paritarias solas no alcanzan” y que “tienen gusto a poco”, en una crítica al anuncio oficial sobre la reapertura de las paritarias acordada entre el Gobierno, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Unión Industrial Argentina (UIA) para contener las expectativas inflacionarias y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores.
Por un lado, el senador nacional del Frente de Todos Oscar Parrilli, uno de los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner, exigió al Gobierno medidas “más firmes” para evitar que la inflación siga erosionando los salarios y consideró que la decisión de reabrir las paritarias tuvo “gusto a poco”.
“Me parece de muy gusto a poco adelantar las paritarias; debería haberse tomado una medida más audaz, más decidida, más firme, para mejorar el nivel salarial y el consumo, porque esa plata que se le da a los trabajadores no se fuga, sino que va al consumo”, destacó el legislador kirchnerista a El Destape Radio.
Por eso, el senador pidió a la Casa Rosada que se tomen medidas “en favor de los sectores más vulnerables y necesitados de la sociedad” y recordó sus diferencias “con la manera en que se llevó adelante la negociación” del Gobierno con el Fondo para renegociar la deuda.
Por su parte, el titular de la Federación del Cuero (FATICA), Walter Correa, quien acaba de asumir como jefe de la Regional Oeste de la CGT, sostuvo: “Por más paritarias que saquemos, si el Estado no le pone un freno a estos sinvergüenzas, levantan los precios como locos y no alcanza”.
Este dirigente es uno de los principales exponentes del sindicalismo kirchnerista, junto con el bancario Sergio Palazzo y la judicial Vanesa Sisley, y asumió hace dos días al frente de la Regional Oeste cegetista durante un acto del que participaron Máximo Kirchner y el gobernador Axel Kicillof.
Según Correa, los trabajadores de su sector cobraban en 2015 un sueldo que era equivalente a 1500 dólares, mientras que hoy no llega a 500 dólares. “¿Quién se está quedando con eso? -se preguntó-. Y nosotros tuvimos una paritaria muy buena, de casi el 60%, pero los compañeros van al supermercado y la plata no alcanza. Hay que entender esta realidad y está bien que se ponga sobre la mesa”.
También se diferenció del acuerdo entre el Gobierno, la CGT y la UIA, al resaltar que “hay muchos compañeros que no comulgan con estos intentos de acuerdo de superestructura, porque después la realidad es otra” y señaló que “es importante que el Estado acompañe a los trabajadores con un salario universal o con un bono” y no solamente con la reapertura de las paritarias.
“Nosotros estamos en un gobierno nacional, popular y peronista y yo quiero volver a ese 2014″, dijo, luego de lo cual indicó: “Tenemos que retomar el compromiso electoral que expresamos en 2019, a eso hay que volver ahora que parece que la pandemia está terminando. Si no, sería todo una mentira y la verdad que muchos no estamos dispuestos a ser parte de la mirada al costado”.
En el acto en que asumió Correa, Máximo Kirchner, jefe del PJ bonaerense y diputado nocional, también mostró sus diferencias con el Gobierno en materia de iniciativas para recomponer los ingresos: “Hay que construir fuerzas para recuperar el poder adquisitivo del salario”, puntualizó.
“Sabemos que gobernar no es soplar y hacer botellas. Vi al ex presidente Néstor Kirchner gobernar en una situación muy difícil y lo mismo a la ex presidenta Cristina, que le tocaron situaciones muy difíciles y se pararon de manos. Que no nos vengan a explicar lo que son situaciones difíciles -afirmó el jefe de La Cámpora-. No se trata de resistir, se trata de avanzar. Nadie más que nosotros y nosotras queremos la unidad. Cristina nos dijo que confiemos en la gente y supimos construir la unidad”.
Pero esa unidad, destacó, “es para mejorar la calidad de vida del pueblo” y “para que no sea casi imposible llegar a fin de mes y para construir más y mejores viviendas”.
La semana pasada, otro referente del kirchnerismo, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, había anticipado que no compartía la resistencia de algunos sectores del Gobierno, alineados con el Presidente, a otorgar un bono a los trabajadores estatales y privados para compensar la inflación.
Tras admitir las diferencias en el Frente de Todos sobre cómo recuperar el poder adquisitivo de los sueldos, el funcionario planteó que “hay que encontrar una forma para garantizar que los salarios le ganen siempre a la inflación” y que ese rumbo podría instrumentarse “con políticas activas en función del salario” y “con políticas más contundentes de la la cadena de valor”.
“Hay una recuperación del empleo y la economía”, aseguró De Pedro, aunque consideró que “venimos de crecer bajo la pobreza y la indigencia y hay un sector del pueblo argentino que depende mucho de la gestión de la economía, del control de precios”.