“La Justicia confirmó, tal como lo venía sosteniendo hace más de dos años, que fui víctima de espionaje ilegal por parte del ex ministro Marcelo Fabián Sain, con la complicidad de funcionarios del Ministerio Público de la Acusación”, disparó desde su banca el senador por San Lorenzo Armando Traferri.
El legislador así comenzó una exposición que, como en otras oportunidades, resumió procederes ilegales como agregar nombres y apellidos a desgrabaciones de escuchas legales en juicios que generaron nuevos pedidos de intercepción de teléfonos que no debieron tener lugar según el debido proceso.
Traferri habló con la seguridad que le da el que un fiscal del MPA lo haya notificado que es, en efecto, “víctima” por la “violación de secretos (art.51 delCP)” por parte de Débora Coticcini a raíz de una presentación de la Auditoría General de Gestión del propio órgano acusatorio. El documento judicial impone al legislador de esa condición, que le permite estar al tanto de qué lesiones ha sufrido, en este caso, respecto de su privacidad.
El senador que no fue imputado por los fiscales Edery y Schiappa Pietra porque por amplia mayoría la Cámara negó su desafuero recordó que hubo, en la audiencia en la que se intentó convencer a sus pares, inconsistencias en los planteos de ambos que señalaron dos senadores, uno del peronismo y otro del radicalismo: Joaquín Gramajo y Lisandor Enrico, que también compartió el propio fiscal general Jorge Baclini.
Traferri se extendió sobre qué ha significado en términos personales, familiares y sociales “la persecución a la que he sido sometido, incluso al espiar comunicaciones tres personas cercanas (…) para ver si podían encontrar algo que no encontraron”.
“Pero hay otro aspecto también doloroso: la degradación institucional que sufrió nuestra provincia, porque se violaron derechos fundamentales de muchas personas. Yo, sentado en esta misma banca, decía hace más de dos años que Sain no era ministro de Seguridad, sino un jefe de Inteligencia, de Inteligencia ilegal. También advertía que, si me hacía eso a mí, una persona que al menos tiene un espacio como este para plantear su postura, no me quería imaginar lo que estaba haciendo a otras personas”.
Recordó que hay “cientos, sino miles, de carpetas de lo que llamaron ‘perfilamientos’, en un intento de lavar sus culpas. Interceptaciones de conversaciones de manera ilegal. Armado de carpetas para filtrar a la prensa y desprestigiar a rivales políticos”.
Mencionó que por las pruebas colectadas en la causa sabe que la ex jefa de Inteligencia del Organismo de Investigaciones del MPA, Débora Cotichini, “le armaba carpetas y le pasaba información ilegal a Sain cuando este era ministro, sin haber renunciado a su cargo de director del OI, vale remarcar”.
Fuente: El Litoral