La situación en la provincia es muy crítica económica y financieramente.
Muchos Intendentes y Presidentes comunales han logrado armar un colchon de dinero, ahorrando para cuando se necesite.
El tiempo es ahora.
No hay plata como dice el Presidente .
Entonces vienen las propuestas de fondos para pagar salarios y para obras.
Los Intendentes y Presidentes Comunales justicialistas saldrían a «vender» su honra, todo sea por los vecinos de cada localidad.
Corsalini, Santacrocce, Vallejos entre tantos ejemplos.
Arman listas, se sacan fotos, se quejan del Justicialismo que no militan y que no hace oposición.
Mientras tanto los Lewandosky, los Zukermann, y los Intendentes trabajan para generar nuevos espacios.
Lo gracioso es que nadie de Unidos se los pide, son más papistas que el Papa, como se dice habitualmente.
Una nueva forma de hacer política, declaran Intendentes y Candidatos. En realidad se trata de ofrecerse. De entregar su vocación.
Obviamente que no hablamos de recibir dinero, sino de acercarse al oficialismo por necesidades institucionales.
A veces reciben limosnas, muchas veces nada.
Deambulan por la política como «ratas», así terminan sus vidas políticas: en el Nordelta, en Pilar, en Funes o en Ibarlucea, El Paso o en Aires del Llano, mientras los verdaderos militantes se la juegan por ellos.
Políticos nauseabundos.
Fuente: CFIN