El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona fue declarado nulo este jueves por decisión de los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, quienes quedaron a cargo del tribunal tras la recusación de la magistrada Julieta Makintach. Su participación en un documental sobre el caso, sin autorización de las partes, fue considerada una grave falta a la imparcialidad que exige el proceso judicial.
La sala presenció una escena cargada de tensión y emociones contenidas. Jana, Dalma y Gianinna Maradona, junto a Verónica Ojeda, escucharon la resolución con lágrimas en los ojos. Aunque era un final anticipado, no dejó de ser doloroso.
“El tribunal debe ser imparcial y creemos que la doctora Makintach no lo fue”, afirmó el juez Savarino, al tiempo que apuntó directamente a la responsabilidad de su colega recusada. Di Tommaso, por su parte, intentó preservar la imagen institucional del Poder Judicial al declarar: “La justicia no se mancha”, una frase que generó reacciones encontradas entre los imputados.
Entre ellos, el neurocirujano Leopoldo Luque expresó que el fallo “era lo que tenía que pasar”, aludiendo a que la jueza Makintach ya tenía una postura tomada. La psiquiatra Agustina Cosachov calificó el momento como “devastador” y cuestionó el accionar de la magistrada recusada.
El proceso judicial deberá reiniciarse desde cero, aunque todavía no hay una nueva fecha definida. Según fuentes cercanas al caso, podría convocarse una audiencia antes de la feria judicial de julio para sortear un nuevo tribunal. El juicio más importante del mundo del fútbol argentino vuelve a fojas cero. Y con él, el largo camino en busca de justicia para el ídolo eterno.