El adiós de un símbolo del básquet argentino
Carlos Delfino, el último integrante activo de la Generación Dorada, anunció oficialmente su retiro del básquet a los 43 años. El alero santafesino venía jugando en el Benedetto XIV Cento de Italia desde 2023, y decidió ponerle punto final a una carrera marcada por el talento, la constancia y los logros.
Con esta decisión, se cierra una etapa histórica para el básquet argentino, aquella que tuvo a Delfino como uno de los protagonistas del oro olímpico en Atenas 2004 y del bronce en Pekín 2008.
Una trayectoria internacional brillante
Formado en Unión de Santa Fe, Delfino inició su carrera profesional en la Liga Nacional antes de dar el salto a Europa y luego a la NBA, donde vistió las camisetas de Detroit Pistons, Toronto Raptors, Milwaukee Bucks y Houston Rockets.
También tuvo destacadas etapas en clubes europeos como Fortitudo Bologna y Baskonia, donde consolidó su talento en las máximas competencias internacionales.
Con la Selección argentina, una historia dorada
Además de los Juegos Olímpicos, Carlos Delfino fue parte de títulos continentales, como el FIBA Américas 2011 y 2022. Su aporte dentro y fuera de la cancha fue clave para sostener el legado de la Generación Dorada, junto a figuras como Ginóbili, Scola y Nocioni.
En 2013 sufrió una grave lesión en el pie derecho que lo alejó más de mil días de la actividad y requirió más de diez cirugías. Sin embargo, su espíritu de lucha lo llevó a regresar en 2017, jugar nuevamente en Boca Juniors y continuar su carrera en Europa.
Un ejemplo de perseverancia y amor por el juego
Su regreso a la Selección argentina con 41 años fue un hecho poco común en el deporte profesional. Con su retiro, Delfino deja un legado de esfuerzo, pasión y compromiso, cerrando definitivamente la era dorada del básquet nacional.