El ex campeón mundial de boxeo ha tenido una vida plagada de excesos y excentricidades en la que su éxito deportivo fue creciendo a la par de sus escándalos
El accidente doméstico que casi destruye su hogar
En su libro autobiográfico, Undisputed Truth, Tyson contó que su hermano Rodney era fanático de la química y de la medicina y tenía un juego de tubos de ensayo con los que solía realizar experimentos caseros. Mike contaba con el mismo nivel de curiosidad que su hermano mayor, pero no tenía la sabiduría como para mezclar fórmulas, por lo que todo terminó en un caos. “Éramos negros del gueto y él era como un científico: tenía estos pequeños tubos de ensayo y siempre estaba experimentando. Yo estaba como: ‘La gente blanca hace estas cosas’. Una vez fue al laboratorio de química del Instituto Pratt, una universidad cercana, y consiguió algunos productos químicos para hacer un experimento. Unos días después, cuando él estaba fuera, me colé en su habitación y comencé a agregar agua a sus tubos de ensayo…”.
El final fue el esperado: “Exploté toda la ventana trasera, provocando un incendio en su habitación”. De milagro, las llamas no se propagaron y bastó un poco de agua para acabar con el problema.
Su frustrada pelea contra un gorila
Según reveló al medio británico The Sun, el pugilista tuvo una idea imprudente en la década del 80, en pleno apogeo de su carrera como boxeador profesional, cuando visitó un zoológico en Nueva York. “Llegamos a la jaula y había un gran gorila de espalda plateada que estaba acosando al resto. Sí, era poderoso, pero su mirada era como la de un niño inocente. Al guardia le ofrecí 10 mil dólares para que abriera la jaula y me dejase romperle la nariz a ese gorila. Sin embargo, me los rechazó”.
Su rencor con Michael Jackson
Para fines de 1986, Iron Mike ya era propietario del cinturón de campeón y su apellido era el principal en las marquesinas de boxeo. Sin embargo, hubo alguien que no lo reconoció y generó el odio del boxeador: Michael Jackson.
El ex pugilista contó una anécdota con el cantante durante las últimas emisiones de su podcast Hotboxin. “Creo que fue en un concierto en Cleveland, cuando conocí a Michael. Yo estaba con Don King aquella noche. En esos instantes era campeón indiscutible y entonces Michael Jackson vino hacia nosotros y Don le hizo el signo de la paz. Michael lo imitó y ofreció a Don también el signo de la paz; entonces, yo repetí el gesto y Michael bajó la mano. Yo pensé: ‘¿A qué juega? No debió verme…’. No creía que pudiera estar jugando conmigo, porque yo era el jodido campeón”, relató.
“Don y yo fuimos al backstage mientras Michael firmaba unos autógrafos. En un momento, MJ fue hacia Don y habló con él, pero no conmigo. Michael se marchó y yo me aproximé. Entonces, me dijo: ‘¿No te conozco de alguna parte?’. Eso golpeó mi ego, lo rompió. Yo contesté: ‘No, solo soy un fan, es un placer conocerlo, señor’. Y él se metió en un coche”, concluyó la divertida anécdota.
Tyson logró llegar a lo más alto de la divisional de los pesos pesados con apenas 20 años en noviembre de 1986, cuando superó en el segundo round por KO a Trevor Berbick. “Lo he odiado y siempre que oía su nombre, gritaba: ‘Jodido… esto y aquello’. Más adelante me invitó a su casa. Salimos por ahí y pensé que era un buen tipo, pero en mi mente yo pensaba: ‘Sabías quién era y jugaste conmigo’”, reconoció sobre el cantante norteamericano que murió en 2009, a los 50 años.
El ex boxeador estuvo casado con la actriz Robin Givens a finales de la década del 80 (Getty Images)
El ex boxeador estuvo casado con la actriz Robin Givens a finales de la década del 80 (Getty Images)
El enfrentamiento con Michael Jordan
Rory Holloway fue uno de los copromotores de Tyson y es también el autor de Domando a la bestia: la historia no contada de Mike Tyson, un libro en donde reveló anécdotas desconocidas de su ex cliente. Una de ellas ocurrió en diciembre de 1988, cuando el por entonces boxeador transitaba un complicado divorcio de su ex pareja Robin Givens.
Del otro lado estaba un joven Michael Jordan, quien con 25 años estaba dando que hablar en la NBA con los Chicago Bulls. A pesar de no poder superar a los Detroit Pistons, quienes todavía mantenían la hegemonía, el basquetbolista ya era toda una celebridad.
Ambos íconos del deporte estadounidense coincidieron en el cumpleaños de la ex estrella de la NFL Richard Dent, quien se encargó de celebrarlo en un restaurante. Fue allí donde se produjo el encontronazo que nadie pudo olvidar. “Eh, tú, ¿crees que soy estúpido? Sé que estuviste con mi mujer”, disparó Tyson con una mirada fulminante, dirigiéndose a Jordan.
Al parecer, Jordan y Givens habían mantenido una relación informal antes de que la actriz estuviera con Tyson. “Jordan se quedó como si hubiese visto un fantasma, no quería saber nada de eso. Es obvio que quería levantarse y salir corriendo de allí”, reconoció el hombre que supo ser el comanager del púgil hasta 1998.
“Fue un circo, de verdad, esa noche. Don King tratando de cambiar de tema. John (Horne, el otro cogerente de Tyson) y yo tratando de retener a Mike, mientras él les decía a todos que iba a reventar el culo de Jordan, y Jordan estaba vestido bien, como siempre, y no podía salir de allí lo suficientemente rápido”. Afortunadamente, entre varios lograron calmar a la fiera y la situación no pasó a mayores.
Su supuesto cruce con Brad Pitt
Tyson era un hombre celoso y posesivo, sobre todo con su ex esposa Robin Givens, y en 1989 tuvo un careo con Brad Pitt. El ex deportista recordó la historia en el programa de televisión The Real, en 2016.
Mike decidió apersonarse sin avisar a la casa de su ex pareja y se encontró con ella de la mano del actor. “Tenía que ir a la oficina de mi abogado, pero quise pasar por la casa de Robin para un ‘rapidito’. Qué puedo decir, yo era joven y la extrañaba”, admitió el ex púgil, quien confesó: “Yo estaba en un coma emocional. Habían tomado mi corazón y lo aplastaron, todo eso me dejó completamente abrumado. No tenía energías para pelear ni nada”.
Parte de esta historia también la contó en su autobiografía, Undisputed Truth: “Brad (Pitt) debió haber estado ebrio o algo, pero me imploraba que no le pegara y me decía que solo estaban repasando un libreto”, apuntó.
Lo cierto es que en 2018, durante su participación en el programa de TV The Wendy Show, Givens, quien denunció por abuso a su ex esposo, desmintió que el actor hubiera rogado por su vida: “No, eso jamás pasó. Y tampoco es cierto que la relación (con Brad Pitt) no funcionara por culpa de Tyson”. Allí explicó que ambos se tomaban muy en serio su trabajo y que habían decidido repasar unos guiones en su casa para no ser molestados por los fans en la calle. Igualmente, la relación entre Givens y Pitt no prosperó y apenas duró algunas citas.
Por su parte, el ex boxeador, que actualmente encabeza un proyecto de cultivo de cannabis en California, nunca mostró rencor por lo ocurrido aquella noche: “No estoy enojado con Brad, de ninguna manera. Claramente no le guardo rencor, porque si así fuese, ya no estaría vivo”.
La maratón sexual que provocó la primera derrota de su carrera
“Cuando era joven, era un animal con dinero. Le daba dinero a la gente, a todos, festejaba con todos y tenía sexo con sus madres, sus hermanas y sus primas… orgías. Estaba loco. Estaba tan enfermo y no tenía idea de que estaba tan enfermo”, admitió Tyson hace algún tiempo.
En su autobiografía, rememoró la previa de su primera caída en el ring y culpó a su alocada vida por ello: “El 8 de enero de 1990, subí a un avión para volar a Tokio. Pateando y gritando. No quería pelear; todo lo que me interesaba entonces era salir de fiesta y tener sexo con mujeres. No consideré a Buster Douglas como un gran desafío. Ni siquiera me molesté en ver ninguna de sus peleas en video. Yo había vencido fácilmente a todos los que lo habían enfrentado”, escribió.
“Además de tener sexo con las mucamas (del hotel en donde se alojó), estaba viendo a esta joven japonesa con la que había tenido sexo la última vez que había estado en Japón. Robin (su esposa) salía de compras y yo bajaba a la parte trasera del hotel donde esta joven tenía una habitación… Así que ese fue mi entrenamiento para Douglas”, admitió.
Confiado de que ganaría con facilidad, Tyson apenas se entrenó para el duelo, y su estancia en la nación asiática fue simplemente para divertirse. Tanto es así que incluso horas antes de calzarse los guantes siguió de fiesta: “El día antes de la pelea también tuve dos sirvientas al mismo tiempo. Y luego dos chicas más, una a la vez, la noche antes de la pelea”.
Fue así que el estadounidense tuvo la peor velada de su carrera hasta ese momento, y en el décimo round besó la lona al no poder soportar los ataques de su adversario, quien le robó todos sus títulos de campeón y le demostró que no era invencible. En su autobiografía, el ex deportista explicó que esa caída le sirvió para enderezar su carrera, y tras esa derrota, logró hilar ocho triunfos consecutivos, gracias a los cuales recuperó dos de sus coronas.
El día que su tigre le arrancó el brazo a una mujer
En la década del 90, Big Mike decidió pagar unos USD 60.000 para comprar a un tigre de Bengala hembra a la que bautizó Kenia. La adoptó como mascota y pasaba mucho tiempo con ella, hasta que se vio forzado a venderla. “Tenía un tigre como mascota, se llamaba Kenia y pesaba alrededor de 500 libras (200 kilos). Sentía un gran afecto por ella. La cuidé, dormía con ella, la tuve en mi habitación”, recordó en una entrevista concedida en noviembre de 2019.
El rapero Fat Joe le preguntó si era verdad que el animal se había escapado de su jaula y había atacado a un vecino. Tyson negó terminantemente la versión y explicó lo que realmente pasó: una mujer se metió en su propiedad, se acercó al animal y fue víctima de un feroz ataque.
“Alguien saltó la cerca justo donde estaba el tigre y empezó a jugar con él. El animal no conocía a esta mujer y ocurrió un feo accidente”, relató el ex campeón mundial de los pesos pesados. El ex púgil admitió que le pagó una importante suma a la víctima a raíz de lo que le hizo su mascota: “Cuando vi lo que el tigre le hizo a su mano, yo tenía mucho dinero en aquel entonces, entonces le di 250 mil dólares porque ella estaba jod…”.
Las heridas en el brazo de la mujer fueron realmente importantes y Tyson las recuerda hasta el día de hoy: “Uno no puede creer lo que (los tigres) le pueden hacer a la carne humana, yo no tenía idea”. En ese sentido, agregó: “Yo era muy tonto en ese entonces. No hay forma de domesticar a estos felinos en un cien por ciento, no hay manera de que eso pase. Ellos te matan por accidente, no es que tratan de hacerlo, lo hacen por accidente”.
“Son demasiado fuertes, especialmente cuando juegas rudo con ellos. Los golpeas y de repente ellos te golpean a ti, y estás muerto”, señaló el ex boxeador, que reconoció que llegó a dormir con sus enormes felinos.
Sexo en la cárcel
El 26 de marzo de 1992, Mike Tyson fue sentenciado a 10 años en prisión, cuatro de ellos en libertad condicional, por haber violado a la joven Desiree Washington. Tras poco más de tres años, fue liberado por su buena conducta.
Durante las entrevistas que brindó tras las rejas, el por entonces boxeador siempre afirmó que no contaba con privilegios allí. Sin embargo, en su autobiografía Undisputed Truth (La verdad indiscutible) reveló años más tarde que esto no era así. Por ejemplo, tenía más visitas higiénicas que cualquier otro recluso y en días y horarios en donde esto estaba prohibido. A pesar de estar en una celda, su vida sexual se disparó exponencialmente: “Estaba teniendo tanto sexo que estaba demasiado cansado para ir al gimnasio y hacer ejercicio”.
El ex campeón mundial estaba acostumbrado a llevar un ritmo de vida acelerado debido a los entrenamientos matutinos y las fiestas nocturnas a las que frecuentaba fuera del penal, pero allí encontró sus horas destinadas exclusivamente al placer: “Me quedaba en mi celda todo el día”.
Lo más llamativo es que no solo se relacionaba con sus visitas, sino también con una de las consejeras de la cárcel de Indiana, a quien, según él, embarazó, pero ella decidió abortar: “Ella no tuvo el bebé”, reveló en 2012 en diálogo con ESPN. El ex deportista jamás sacó a la luz la identidad de la mujer e incluso excluyó esta historia de su libro: “No hablé acerca de dejar a una funcionaria de la cárcel embarazada y esas cosas”.
Pelea en la cárcel
Mientras estaba tras las rejas, Tyson le dio un mano a mano Ed Bradley y allí afirmó que no tenía conflictos con otros internos: “Nunca tuve problemas con otros, cuando salgo al patio algunos gritan cosas sobre mí, sobre mi madre, pero al único que le contesté fue al que me dijo que era un ‘trepador de árboles’. Le pregunté qué significaba y me dijo que así le decían a los violadores y dije ‘oh dios, no puedo creer esto’. Eso te cambia la mentalidad, te encasilla en un lugar completamente distinto”.
Sin embargo, años más tarde, por fin admitió que fue protagonista de un combate: “Solo una vez. Alguien dijo algo y yo solo fui allí y lo golpeé. Estuvimos encerrados durante mucho tiempo y fue algo irritable. Fui allí a golpearlo”, reveló en el podcast Hotboxin, del que participa asiduamente.