La revolución de la Inteligencia Artificial (IA) también está llegando a las fábricas, donde las empresas confían en esta tecnología para mejorar su eficiencia.
En la feria de Hannover, Alemania, un encuentro internacional de tecnologías industriales que se celebró esta semana, el entusiasmo por el potencial de la IA generativa estuvo en todas las conversaciones.
Tableta en mano, un joven empleado de la empresa estadounidense de servicios informáticos Hewlett-Packard Enterprises (HPE) dialoga con un asistente virtual equipado con una IA generativa, que aprende de los datos existentes para generar nuevos contenidos. Su objetivo es hacer funcionar el brazo articulado de un robot.
Para resolver un problema técnico, «los obreros de una fábrica no necesitan hacer venir un experto calificado al sitio, la inteligencia artificial se encarga», explica Thomas Meier, analista de datos de HPE que vino a la feria a presentar un prototipo.
Nuevas iniciativas tecnológicas
El grupo estadounidense colabora desde hace un año con la empresa emergente alemana Aleph Alpha, con un equipo de 50 personas y considerada uno de los principales competidores europeos de ChatGPT, el robot conversacional desarrollado por OpenAI.
La aplicación industrial de HPE utiliza el lenguaje y las imágenes para comunicarse con los empleados de una fábrica. Puede, por ejemplo, enviar una foto de una máquina para que el propio programa detecte errores o valide su instalación. «A diferencia de ChatGPT, nuestro programa puede rastrear los datos que lo llevaron a tomar su decisión», dice Meier.
En otro puesto de la feria, la empresa alemana Siemens expone una aplicación de IA para optimizar el funcionamiento de fábricas.
En asociación con Microsoft, el conglomerado industrial promete lanzar este año una nueva versión de la aplicación Teams de mensajería colectiva equipada con ChatGPT y diseñada específicamente para ayudar a los trabajadores e identificar defectos en los productos.
Microsoft y Siemens, que dicen trabajar para varios clientes de los sectores automovilístico y aeroespacial, refutan la idea de que la IA sustituirá a los técnicos de carne y hueso o suprimirá empleos. Según explicaron, la inteligencia artificial «no sustituye a la persona» sino que permite un «aumento de eficiencia» en la industria.