El remero marplatense que fue sancionado y apartado de la selección durante 2020 por supuestos actos de indisciplina, expresó su enojo en las redes sociales.
La delegación argentina que representa al país en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 hasta ahora obtuvo una sola medalla de bronce gracias el tercer puesto de Los Pumas en el rugby 7 y mantiene la ilusión de acrecentar la cosecha con el vóley masculino y Las Leonas, ambos en semifinales.
Pero la sensación general, sobre todo para los que se apasionan con un montón de deportes que luego olvidan durante cuatro años, es que Argentina llegó a Tokio con menos posibilidades que en otros Juegos y eso se está reflejando en los resultados.
Con el boom de las redes sociales explotado quizá como nunca antes, ya varios atletas como la nadadora Delfina Pignatiello y la tiradora Fernanda Russo expresaron su disgusto por el maltrato recibido y a ellas se les sumó el remero Brian Rosso, ausente en los Juegos después de ser sancionado y marginado de la selección argentina el año pasado por supuestas desobediencias a su equipo de trabajo.
“Para los que se empiezan a poner nerviosos por la falta de medallas argentinas, recuerden que el año pasado entrenar era delito”, escribió el marplatense en sus redes sociales todavía enojado por lo que le tocó vivir en 2020.
Siete meses después de la sanción, la justicia le dio la razón al remero marplatense, medalla de oro en los Panamericanos de Lima 2019, y anuló la sanción impuesta por el ente que maneja el deporte en el país. Incluso la secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondo, aseguró que la beca deportiva de Rosso iba a ser restituida.
“Supuestamente la justicia decidió que me tenían q convocar nuevamente. Pero hasta el día de hoy jamás me llamaron y por lo que sé de oído, ya eligieron a otra persona para que ocupe mi puesto en el Preolimpico. Por lo que Tokio para mí ya esta más que descartado. Lamentablemente hay cosas q me superaron”, señalaba Rosso resignado a fines de 2020 en diálogo con 0223 y se ve que esa bronca todavía le dura.