Las fuerzas de seguridad detuvieron a la caravana de la barra del Millonario que había iniciado su viaje rumbo a Salta para el duelo por Copa Argentina que el equipo jugará mañana ante Laferrere
Los cuatro micros de la barra oficial estaban parados en Panamericana y Márquez. El fiscal antidrogas de San Isidro, Eduardo Rodríguez, tenía desde el día anterior un llamado anónimo alertando que si hacía un procedimiento allí, iba a tener material para trabajar. Y entonces mandó a una patrulla reforzada de la Policía Bonaerense a estar atentos para cuando llegaran esos ómnibus de los cuales tres habían partido desde una plaza a diez cuadras del Monumental y el otro desde Morón, llevando a los barras oficiales de esa zona.
Mientras esperaban que se sumaran a la caravana dos micros de la zona de Pilar, la Policía actuó. Y encontró más de lo que suponía: además de casi dos kilos de marihuana había dos armas de fuego, una pistola bersa calibre 40 y un revolver calibre 22, ambos con los cargadores llenos, diez municiones más de recarga y seis armas blancas. Un arsenal de la facción oficial que iba preparada para la guerra a Salta, donde mañana River juega por la Copa Argentina contra Deportivo Laferrere.
Y como resultado del procedimiento, quedó descabezada la facción oficial porque el fiscal decidió detener a toda la primera plana encabezada por Guillermo Caverna Godoy y sus más conspicuos seguidores como Leandro Ferreras, Martín de Soldati Vallejos, Gustavo el Tachero Luzzi y Mariano Patanchon. Sí, los que mandan de verdad.
La cúpula de la popular millonaria quedó detenida, según lo informado por los oficiales a cargo del procedimiento, porque descartaron droga para no hacerse cargo de lo hallado por las fuerzas de seguridad. Más allá de que la Policía detuvo a cinco de los personajes más influyentes de la barra, el más complicado en la causa sería Ferreras, quien ya incluso contrató como abogado al estudio de José Vera al percibirse en el centro de la escena.
Se sabía desde que se fijó el partido en Salta que era una posibilidad gigante que la interna que se vive en Los Borrachos del Tablón tuviera un capítulo sangriento en la provincia norteña. Más después de lo ocurrido en el último encuentro en el Monumental ante Racing, cuando la oficial volvió a copar con todo la popular Sívori con más de 250 barras y la disidente se encaramó en la Centenario, con unos 120 hombres. La tensión fue en aumento a punto tal que el viernes pasado los jefes de la disidente fueron hasta el predio de Ezeiza donde entrena River a hablar con la gente de Seguridad del club para decirles que no intervengan en favor de uno u otro lado porque eso acrecentaría los problemas. Insólitamente no hubo denuncia policial sobre este hecho que preocupó enormemente a la dirigencia del club.
Los resultados de la requisa de la Policía en los micros de la barra de River Plate
Con Laferrere en la mira y la Copa Argentina como lugar mucho más permeable que el estadio de Núñez, la disidente consiguió 300 entradas y avisó que iría a Salta a primera hora del miércoles, para copar la parada. La oficial por su parte logró tener 250 tickets y decidió primerear saliendo un día antes. No contaban con que ese dato se hizo conocido en varios ámbitos y entonces hubo un llamado anónimo a la fiscalía de San Isidro para contar la situación.
Como en cualquier viaje de barras, se sabía que irían con armas y drogas arriba del micro. Por eso el operativo terminó siendo eficaz y dejó adentro a toda la plana mayor de la oficial que así parece quedar absolutamente inhabilitada de hacer el viaje previsto. ¿Esto significa que la disidente copará la parada? Da toda esa sensación habida cuenta que después de lo ocurrido hoy, la caravana mutó de siete micros a una multitud de autos particulares –que son más difíciles de detectar– y apenas tres colectivos.
El problema no está solo en el encuentro de mañana sino también en la situación del Monumental. Previendo eso y gracias a que las cámaras del estadio tomaron los rostros de 70 barras en el partido contra Racing y que la secretaría de Seguridad en el Deporte de la Ciudad logró identificarlos, esas 70 personas acaban de ser incluidas en el derecho de admisión y el club además acaba de expulsarlos como socios de la institución. Con el Superclásico a la vuelta de la esquina, el pedido que ingresará en las próximas horas a las oficinas de la Liga Profesional es el del cambio de horario del partido pautado para el próximo domingo 20 de marzo en Núñez: buscarán que River-Boca se juegue a las 18.30 y no a las 20.00 como está programado.
Está claro que en River hay una idea de minimizar cada vez más la influencia de Los Borrachos del Tablón en los partidos de local, aunque los violentos no sólo parecen no darse cuenta sino que suben la apuesta y van por todo en una guerra interna que por ahora no se vislumbra el final.