Los allanamientos de este sábado descubren lógicas de las violencias extremas que sacuden a Rosario y el accionar de líderes criminales hace tiempo vigentes.
La investigación juntó los nombres propios más notorios del linaje criminal más alto de la ciudad. Están Ariel “Guille” Cantero, Esteban Alvarado , Pablo Nicolás Camino, Leandro “Pollo” Vinardi y hasta Claudio “Morocho” Mansilla , el único que queda sin ubicar del grupo que en junio pasado protagonizó una fuga de la cárcel de Piñero a balazo limpio . Todas esas identidades se entremezclan en una trama que producen negocios impresionantes con el comercio de droga que traen aparejadas amenazas a la seguridad de la población. Eso fue lo que dio impulso a una acción coordinada que produjo 84 allanamientos que están llenos de sorpresas. Y que según anticipan actores de la pesquisa tienen terminales en escalones de la política que se advertirán con el paso del tiempo.
Esta estrategia investigativa anudó a la Justicia Federal y la Justicia provincial. El punto de partida de los funcionarios del sistema penal que se sentaron a esa mesa en el mes de marzo de este año fue centrarse en el barrio Godoy , una de las zonas donde se observó mayor criminalidad violenta y delitos vinculados al tráfico de estupefacientes. Es el área a grandes rasgos que bordea hacia el sudoeste la zona de Presidente Perón y Provincias Unidas .
Todo partió de una fotografía del barrio que, conforme a la velocidad de las dinámicas criminales, se fue modificando mes a mes. La imagen de arranque fue aportada a partir de los datos colectados en investigaciones que se encontraban en curso en los fueros provincial y federal. Ello daba cuenta de que era un grupo vinculado a Esteban Alvarado que comercializaba estupefacientes en la zona. Este grupo, presuntamente actuaba bajo las órdenes de su hombre de confianza, Nicolás Ocampo .
A los días del arranque de la pesquisa asesinaron a Ocampo a lo que sucedieron una serie de hechos violentos como balaceras, homicidios y extorsiones . Estos eventos según observaron los fiscales desplazaron completamente a esos actores. La hipótesis de arranque se caía pero las intervenciones telefónicas de las personas vinculadas a Alvarado y Ocampo dejaron al desnudo la aparición de un nuevo actor en el barrio: Pablo Nicolás Camino .
Al centrar el foco en Camino para los fiscales fue evidente el por qué durante los años 2020 y 2021 tantos hechos violentos explotaron en esa zona. A partir de una pericia telefónica realizada sobre un teléfono utilizado por Camino en el año 2020 se dieron cuenta de que él ejecutaba acciones violentas por orden de Leandro Vinardi y de Guille Cantero . Se trataba de diversos delitos vinculadas al tráfico de sustancias estupefacientes, homicidios, extorsiones, amenazas y abusos de armas en barrio Godoy
Ahí está una primera explicación de una violencia desaforada en ese rectángulo de la zona sudoeste : una guerra de posiciones sin ganador entre Esteban Alvarado y Guille Cantero. Es lo que explica que en balaceras y homicidios barrio Godoy persista como “uno de los lugares con mayor índice de hechos violentos de la ciudad de Rosario” , según detalla el documento que animó los operativos de este sábado.
Al adentrarse en el caso los investigadores se dieron cuenta, al escalar sobre las identidades de los mandos medios, que los que participaban de esta confrontación criminal lo hacían también en la ciudad de San Lorenzo . Aquí entra en escena un nombre seguido hace años pero que siempre se mantuvo en un claroscuro: Marcos Jeremías Mac Caddon , conocido como Pato, que era quien por directivas de Guille Cantero, según los fiscales, organiza el tráfico y comercio de drogas en San Lorenzo y le disputaba puntos de venta a grupos enfrentados con Guille, referenciados según la Procuración de Narcotráfico (Procunar) con Alvarado.
Así lo expresa un diálogo entre Mac Caddon con una mujer. “Rosa cucha… vos no sabes alguno que venda para el Esteban Alvarado?”. Le contesta la mujer: “¿Acá?”. A lo que Mac Caddon replica: En cualquier lado… Esta todo mal se pudrió todo porque le pincho lo apuñaló al gordo Vilches el del loco… Le tenemos que dar con toda a cualquiera que enganchemos de él le tenemos que dar con toda… pero no conozco ningún bunker de él ”. Réplica de la mujer: “Si yo en Rosario lo conozco a todo. Para que ahí tiro la línea a ver si siguen en el mismo lugar ”. A lo que Mac Caddon repone: «Bueno averíguame algún bunker de ellos o alguno que venda para el que le doy con toda».
De actuaciones de la fiscal federal Adriana Saccone se desprendió de la misma lógica observada y similitud de nombres. Se trata de maniobras de tráfico de Mac Caddon y su vinculación con Guille Cantero.
Paralelamente se dio también de cómo estos actores, básicamente Guille Cantero y Vinardi, organizaron maniobras de tráfico de sustancias estupefacientes en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez en un contexto en el que también cometen hechos violentos como secuestros extorsivos. Lo que se puso en foco es que desde que Vinardi, condenado como integrante de Los Monos , fue trasladado al pabellón de alto perfil de Piñero , encomendó la continuidad de acciones violentas y de comercio de drogas a un tal Dibu, que se cree es Nicolás Avalle, y que debería entregar el dinero recaudado a la pareja de Vinardi. Por ejemplo por el diseño y la ejecución de un secuestro extorsivo.
La fiscalía federal considera constatado que Guille Cantero y Leandro Vinardi, desde sus lugares de detención, dirigen organizaciones criminales en la ciudad de Rosario, Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo. Todos estos líderes de grupos, según la pesquisa federal y provincial, confrontan a través de mandos medios que ejecutan las acciones bajo sus directivas .
Lo interesante como fenómeno criminal y sociológico es una acción dinámica en violencia pero que en parte mantiene una constante: los mismos nombres propios moviendo los hilos de un negocio sangriento, próspero y rentable. Uno de ellos, de los más encumbrados, es Guille Cantero. Una nueva investigación en su contra lo llevará una vez más ante un estrado de jueces, a solo dos días de haber recibido una condena a 22 años de prisión, lo que suma 84 si se contabilizan las recibidas en sus distintos procesos, todos en la zona de Rosario.