El cardenal pidió ante Alberto Fernández una “Argentina fraterna”. No hubo críticas al rumbo económico pese a los temores previos del Poder Ejecutivo pero sí cuestionamientos a las divisiones políticas
El cardenal Mario Poli fue menos duro de lo que esperaban en Casa de Gobierno en su homilía del tedeum por el 25 de mayo. Si bien pidió en varias ocasiones por una “Argentina fraterna” y apuntó a la ética que deben tener los gobernantes, no hubo mensajes directos sobre el rumbo económico del Gobierno como se temía en la previa.
“Cuando el pan falta en tantas familias es cuando más tenemos que pensar en el prójimo”, fue la frase más contundente. Lo escuchaban el presidente Alberto Fernández, sus ministros, diputados y otras autoridades jerárquicas, entre ellos el jeje de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
Sí pareció haber un mensaje dirigido a la interna política que divide a la cúpula del poder político en el Frente de Todos cuando el arzobispo habló de “tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos”. También cuestionó “los enfrentamientos para conservar intereses propios”.
Alberto Fernández llegó a la Catedral caminando desde Casa Rosada. Minutos antes había compartido un desayuno con sus funcionarios. En un breve contacto con la prensa pidió por la unidad de los argentinos. “Depende de cada uno de nosotros”, planteó.
La vicepresidenta Cristina Kirchner no estuvo en el Tedeum. Viajó ayer al sur con su hijo Máximo Kirchner. Esta mañana, difundió un mensaje en redes sociales en el que habló de “los momentos tan difíciles” que atraviesa el país.
Fernández participó este año por primera vez del tedeum de la Catedral Metropolitana. En 2020 y 2021 -pandemia mediante- había evitado escuchar el mensaje de Poli en vivo. Este año pensaba en viajar a la Antártida, pero el Ministerio de Defensa desaconsejó la excursión por las condiciones meteorológicas. En ese momento se iniciaron negociaciones entre la Casa Rosada y la Iglesia que parecen haber dado sus frutos porque la homilía no fue tan dura como ha ocurrido en otros momentos. En 2019, por ejemplo, el arzobispo le pidió al entonces presidente Mauricio Macri un gran pacto nacional dejando de lado los intereses sectoriales para atender los problemas del país.