Carlos Fertonani junto a los principales invitados al momento de cortar la torta de los 30 años.
El jueves 14 de noviembre víspera de el 451° aniversario de la fundación de Santa Fe fue la fecha elegida por Carlos Fertonani para celebrar los 30 años del Grupo Triferto. A las 20.25, la dupla de Juan Manuel Velázquez y Gisela Vallone (experimentados en conducir grandes eventos en la ciudad), ampliados a trío de la mano de Darío Pignata, recibieron a los espectadores tempraneros, recordando todos los locales de Triferto.
Alma de la región
La apertura estuvo a cargo de Efraín Colombo, en el mismo día en que sacó su último single, de la mano de Nati Pastorutti: «Corazón santafesino». De saco verde bordado y pantalón negro con brillos, salió al frente de una formación eléctrica, con «Mi cantar», uno de sus temas emblemáticos, popularizado por Jorge Rojas. Siguió con «Lavandera», en tiempo de huayno, y una versión fresca, a puro acordeón, de «Mire que lindo es mi país, paisano», clásico de Argentino Luna, rematando en un «¡Viva la Patria, che!». El segmento remató con otra de las propias: «Me acusan a mí».
«Somos soñadores de esta vida, cantémosle a Santa Fe. Hoy estrenamos una chacarera. Bailemos chacarera bien santafesina», anunció, antes de entrarle a «Corazón santafesino», Telecaster en mano. Cerró su set con «Punta Cayastá», de Orlando Vera Cruz.
En ese momento ingresó Miguel del Sel para sumarse a la conducción, comentando lo poco folclórico del saco. Pidió dos bises, y Efraín respondió con «Herido de ausencia» y una reprise del tema nuevo, tal como requirió el integrante de Midachi.
Música del recuerdo
«Levanten la mano los de más de 50 años. El resto se pueden ir», bromeó Miguel, anticipando la venida de Los Ranser. «Se mantuvieron firmes a lo que dictaba su corazón», fue su elogio a la constancia del grupo.
Invitado a ingresar durante el armado, el cantante y conductor Hugo Tredici recordó la pizzería Mi Casa, primer local de los Fertonani, vecina a la parrilla del Gringo Negro.
Ya con la formación completa (Flaco Tredici en bajo, Matías Lemos en teclados, Hongo Perrone en batería y Archi Basilico en guitarra; todos vestido a tono de la época homenajeada) abrieron con «Mi amigo el Puma» de Sandro, entre imágenes de cultura popular vintage (Mancera, Monzón, Sarli, Minguito, Neil Armstrong, golosinas de antaño), para enganchar con «Tengo» y «Quiero gritar que te quiero», de Quique Villanueva.
El público se sumó a corear «Tiritando», de Donald (esa que habla de «las olas y el viento»), que se unió a «Un día de paseo en Santa Fe», el hit de Industria Nacional. Pasaron «Cebando mate» (Tormenta) y «Una muchacha y una guitarra» del Gitano y «Trotamundo» (Nicola Di Bari).
Tomaron un breve respiro para entrarle al rock nacional con «La balsa». Pasaron a «La rambla» (versión de Los Perros de «Under the Boardwalk») y «Mañanas campestres» de Arco Iris. Pero fue con «Puerto Montt» de Los Iracundos cuando lograron una ola de brazos ondeando.
El repertorio de Los Náufragos fue celebrado con un segmento intenso: «Otra vez en la via», «Yo en mi casa y ella en bar», «Zapatos rotos» (con su estrofa ya instalada en las canchas).
Para el final dejaron a Ramón «Palito» Ortega, con el enganchado de «Decí por qué no querés», «Corazón contento», «La felicidad», «Viva la vida» (con el clásico «jejey»), «Despeinada», «Un muchacho como yo» y «Bienvenido amor».
Mujer romántica
El «Negro» Velázquez anunció una voz femenina sorpresa: se trató de Diana Ríos, ascendente artista de la cumbia santafesina, acompañada por músicos de Grupo Trinidad, con canciones como «Recostada en la cama» y «Regresa a mí». Anunciaron «algo romántico» y la solista le entró a una sentida versión de «Como la flor», pegada a una lucida «Amor prohibido», ambas de la recordada Selena Quintanilla.
De ahí se fueron a «Placer y olvido» (Dalila) y la doliente «Ojalá que no puedas» (Cacho Castaña). Las penas de amor siguieron con «A esa», histórica canción de Pimpinela resignificada por Karina, y «Contra la corriente», popularizada por Marc Anthony.
El «Master»
Ya ante una audiencia masiva, Fertonani salió a saludar y festejar la convocatoria, en la previa de la llegada del «Master», que entró de ambo color crema y al son de «Conciencia», seguida por «Leña seca» y el toque norteño de «Paloma ajena» y «Solo heridas»; sin fisuras fue a «Enfermera», al frente de la banda que tiene al timbalero Aníbal José Salteño como centro de gravedad.
Saludó y enseguida anunció «Motor y motivo», que creció en su voz característica hasta «Adiós amor», «Eres mi bien» y «Morir de amor».
Encaró su interpretación de «El embrujo», que se hizo clásico en la voz de Cacho Deicas. Le pegó «Vivir para amarte», «Te vas», «Eres mi canción», «El sol de hoy», la festejada «Dile», «Mujer de la calle», y «La revancha», en un momento alto del show.
Le estaban pidiendo «A tí», y cumplió con la exigencia: «A ti ya no te queda nada para dar». «Pecadora» siguió la racha, con «Carta a María».
Entraron los conductores a pedir una más: fue el himno de Mario, «Hay amores», con su vibrato legendario. Pero enganchó una más: la coreable «Yo no me sentaría en tu mesa», de Los Fabulosos Cadillacs. Ahí subió al escenario Marcos «Chino» Maidana para la foto final, que dejó un «Aguante Colón» y dejó la polémica futbolística con Miguel. El humorista y ex embajador dijo que para entonces la policía ya hablaba de 15.000 asistentes.
Clásicos rejuvenecidos
Fue entonces el turno de Los Palmaé, que con intro rockera entraron a mostrar su relectura joven del repertorio de Los Palmeras, guiados por el acordeonista Marcos Camino Jr. y el cantante Agustín Musas (y enfundados en sacos que homenajean a los de la banda madre). Abrieron enganchando «Perra», «El más popular», «Bonita y mentirosa», «Qué quiere la Chola», «El embrujo» y «Te vas».
Siguieron con «Doble vida», «Dame un beso», «Llévame contigo (con una coreo entre los integrantes); y el sabor colombiano de «Voló la paloma».
A la medianoche, irrumpieron los animadores para cantar con la banda el «Feliz cumpleaños» para la ciudad: 451 años de la gesta del vizcaíno Garay y los mancebos de la tierra.
Carlos Fertonani junto a los principales invitados al festejo. Crédito: Manuel FabatíaCarlos Fertonani junto a los principales invitados al festejo. Crédito: Manuel Fabatía
Recuperado el control por Los Palmaé, le entraron a «Quisiera volver», y «Jurabas tú», el clásico de Los del Fuego. Invitaron a Efrain Colombo para «Eterno amor», versión tropical del tema romántico de Los Manseros Santiagueños. Ahí mismo pegaron «Cariñito», himno de la cumbia peruana.
Se fue el rafaelino, y el grupo arremetió con «Muchachos» de La Mosca. Ahí le avisaron (cartel mediante) a una tal Bruna que iba a ser abuela.
Pidieron las linternas de los celulares para el romanticismo slow de «Olvídala». Invitaron a rockear con el enganchado de «De música ligera» (Soda Stereo) y «Lamento boliviano» (Los Enanitos Verdes). De ahí se fueron a «El parrandero/sabalero» (dejaron cantar a gusto). Vallone pidió una más, y los muchachos le tenían reservado el «Bombón asesino», con otro pasito coreográfico. Pero no se podían ir sin «La suavecita».
De parranda
La periodista y ex abanderada del Almirante Brown (tres décadas atrás) convocó a Pignata y Del Sel para la previa del show de cierre, recordando el carácter solidario de la convocatoria (las entradas se canjeaban por alimentos no perecederos) y sortear varios combos de pizza y lisos para cuatro, por cuenta y cargo del organizador.
Para ese entonces estaban en el escenario los músicos de Coty, cubiertos con unos sacos/guardapolvos rosa viejo: abrieron con un segmento instrumental, para mostrar lo ajustados que suenan. Ahí salió el solista, con saco con capucha negro. Enganchó «El más parrandero» y «Muy dentro de mí» (con gran despliegue vocal de Coty, con los coros de fondo).
«Qué placer cantar en mi ciudad para todos ustedes», saludó, antes de «Mil preguntas» y la coreada «Quédate». «El segundo en tu vida» siguió con el clima romántico, al igual que «Nadie». Pidió «el grito de las mujeres enamoradas» para «Díganle».
Después de agradecer el apoyo que le permitió estar el día antes en Buenos Aires «haciendo ruido», hizo cantar a chicas y muchachos «Tú» y «Te amo, te amo». Volvió al clima festivo con «Arriba los parranderos».
Invitó a Miguel (que lo había prometido), antes de contar que le cocinó unos patos en la temporada de Carlos Paz. Compartieron «Flor pálida», de Polo Montañez, popularizada por Marc Anthony.
Una afilada melodía de guitarra dio inicio a «Placer y olvido» (también parte del repertorio de Dalila). Sobrevinieron «El mismo aire», compuesta por Camilo y staff, y «Qué precio tiene el cielo», coreada a voz en cuello por la multitud. Presentó una de sus canciones favoritas: «¿Y cómo es él?», legendaria pieza de José Luis Perales, que Coty interpretó en su propio género y color vocal. «Muchas gracias, que Dios, los bendiga. Hasta siempre», se despidió.
Pero enseguida le dijeron «una más». Pidió que todos enciendan las luces de sus celulares, como luces de esperanza. «Vinimos cantando y nos vamos cantando»: empezó a cerrar con «Así fue», dejando cantar varios tramos a su público. Vallone y Pignata pidieron una más, y el final fue con «Me cansé de ser tu amor».
Fue entonces el momento de la foto final, con Carlos Fertonani y familia. El saludo final fue entre papelitos plateados, marcando el adiós definitivo, con el deseo de un buen retorno a los hogares.
Fuente: El Litoral