El gobernador Greg Abbot informó que el atacante, identificado como Salvador Ramos, fue abatido. Es uno de los ataques contra centros educativos de Estados Unidos más mortíferos de los últimos años
Al menos 15 personas murieron este martes, entre ellas catorce estudiantes y un profesor, en un tiroteo en una escuela de la localidad de Uvalde (Texas, EE.UU.), donde también falleció el agresor. El hecho ocurrió cerca de las 11:30 de la mañana.
Así lo señaló el gobernador de Texas, Greg Abbott, en una rueda de prensa en la que precisó que el atacante tenía 18 años y portaba, al parecer, un pistola y un rifle.
El agresor “disparó y mató, de manera horrible e incomprensible, a 14 estudiantes y mató a un maestro”, dijo Abbott en rueda de prensa.
Video que muestra el tirador que mató a los 14 alumnos y la maestra
El tirador, que era miembro de la comunidad, entró a la escuela y abrió fuego, dijo Abbott. El gobernador de Texas dijo que el tirador fue asesinado por los oficiales que respondieron al llamado de emergencia, pero que los hechos aún estaban siendo investigados. Precisó que el atacante fue identificado como Salvador Ramos.
Abbott informó que el tirador disparó a su abuela justo antes de entrar a la escuela. “No tengo más información sobre la conexión entre esos dos tiroteos”, dijo.
“Los texanos están de duelo por las víctimas de este crimen sin sentido y por la comunidad de Uvalde”, dijo Abbott y agregó que había dado instrucciones “para que investiguen a fondo este crimen”.
Por su parte, el jefe de la policía de Uvalde informó que hubo muertos pero no confirmó el número de víctimas mortales. Además, dijo que el tirador actuó y que fue abatido por las autoridades.
El presidente Biden fue informado sobre el tiroteo cuando regresaba de Japón, donde estaba en un gira asiática, según su portavoz, Karine Jean-Pierre.
“Sus oraciones están con las familias afectadas por este terrible evento, y hablará esta noche cuando regrese a la Casa Blanca”, dijo Jean-Pierre.
A la escuela asistían niños de segundo, tercero y cuarto grado de primaria. Este viernes los alumnos comenzaban sus vacaciones de verano.
La Escuela Primaria Robb, en Uvalde, Texas, es una localidad ubicada entre San Antonio y la frontera con México. Más de 500 niños estaban inscriptos en ese centro educativo durante el año escolar 2020-2021, según datos estatales.
Más temprano, el Hospital Uvalde Memorial había dicho en Facebook que había atendido a “13 niños”, y agregó que dos personas “habían muerto” cuando llegaron, sin especificar sus edades.
Una mujer de 66 años también se encuentra en “estado crítico”, anunció otro hospital, el University Health, ubicado en la cercana ciudad de San Antonio, Texas, que dijo haber recibido “dos pacientes”, un adulto y un niño.
El Distrito Escolar de Uvalde había señalado anteriormente en Twitter que había un tiroteo “activo” en el colegio Robb Elementary y que las fuerzas de seguridad se habían trasladado en la zona.
Este tiroteo es uno de los ataques contra centros educativos de Estados Unidos más mortíferos de los últimos años.
La violencia mortal en esta escuela de Texas tiene lugar luego de otros tiroteos masivos en Estados Unidos este mes.
El 14 de mayo, un joven de 18 años mató a tiros a 10 personas en una tienda de comestibles de Buffalo, Nueva York. Con un chaleco antibalas pesado y un rifle AR-15, el autoproclamado supremacista blanco supuestamente transmitió en vivo su ataque.
Según los informes, lo planeó durante meses, apuntando a la tienda debido a la gran población afroestadounidense que la rodea.
Al día siguiente, un hombre bloqueó la puerta de una iglesia en Laguna Woods, California y abrió fuego contra su congregación taiwanesa-estadounidense, matando a una persona e hiriendo a cinco.
El tirador, que trabajaba como guardia de seguridad en Las Vegas, atacó a la gente por “odio motivado políticamente… (y) estaba molesto por las tensiones políticas entre China y Taiwán”, según el alguacil del condado de Orange, Don Barnes.
A pesar de los tiroteos masivos recurrentes y una ola nacional de violencia armada, múltiples iniciativas para reformar las regulaciones sobre armas han fracasado en el Congreso de Estados Unidos, dejando que los estados y los consejos locales promulguen sus propias restricciones.
Estados Unidos registró 19.350 homicidios con armas de fuego en 2020, casi un 35% más que en 2019, según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la principal agencia de salud pública estadounidense.