Angelo Becciu expuso ante el tribunal penal del Vaticano el acuerdo con los terroristas para que liberaran a una monja colombiana.
Un cardenal denunció que el papa Francisco le pagó un millón de euros a Al Qaeda para rescatar a una monja
Acusaron al papa Francisco de haberle pagado un millón de euros a Al Qaeda para que liberaran a una monja secuestrada. Foto Vaticano vía Reuters
Una polémica de gran envergadura se desató este jueves en torno al papa Francisco, ya que un cardenal que está siendo enjuiciado por el tribunal penal del Vaticano por presunto fraude financiero denunció que el líder de la Iglesia autorizó el pago de un millón de euros a Al Qaeda como rescate de una monja colombiana que estaba secuestrada en Mali.
Angelo Becciu, primer pupurado en comparecer ante la justicia eclesiástica, en medio de su defensa dio a conocer el supuesto acuerdo secreto con la organización terrorista.
En las dos horas que pasó ante el tribunal, el cardenal italiano de 73 años aseguró que son “acusaciones totalmente infundadas” las que se le imputan. Junto a él, otras nueve personas están siendo juzgadas en el Vaticano desde julio del año pasado por fraude, malversación, abuso de poder, blanqueo de capitales, corrupción y extorsión.
Becciu afirmó que el Papa había dado su acuerdo para una transacción de un millón de euros para liberar a la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez, quien fue liberada en octubre de 2021 tras más de cuatro años de cautiverio en Mali en poder de un grupo vinculado a Al Qaeda.
El cardenal Angelo Becciu acusó al Papa de haberle pagado un millón de euros a Al Qaeda para que
Aunque no especificó si finalmente se pagó un rescate, esta revelación puso de manifiesto la utilización de los servicios de una empresa de seguridad británica, gracias sobre todo a la intermediación de la italiana Cecilia Marogna.
También acusada en este proceso, Marogna había afirmado que fue empleada por el cardenal para actividades de inteligencia destinadas a obtener la liberación de la religiosa secuestrada, y percibió 575.000 euros (unos 600.000 dólares) de la Secretaría de Estado en una cuenta eslovena.
Sin embargo, Becciu negó firmemente haber tenido una relación con Marogna, apodada “la dama del cardenal” por la prensa italiana.
Más allá de la gravedad de la acusación, por la que no se presentaron pruebas hasta el momento, el temor que ahora corre dentro de la Iglesia es que, seducidas por esta historia, diversas organizaciones criminales de todo el mundo comiencen una cacería de religiosos con el objetivo de cobrar suculentos rescates.
En el centro del juicio está la costosa compra de un prestigioso edificio en Londres como parte de las actividades de inversión de la Santa Sede, cuyo patrimonio inmobiliario es considerable.
Becciu, a quien el papa Francisco destituyó y privó de privilegios de cardenal en septiembre de 2020, negó cualquier uso imprudente del Óbolo de San Pedro, la gran colecta anual de donaciones dedicada a las acciones caritativas del Papa.
“No son fondos del Óbolo los que se han utilizado, sino los de la Secretaría de Estado”, dijo en referencia al gobierno central de la Santa Sede, asegurando haber “seguido las prácticas” de sus predecesores y destacando la “confianza” depositada en sus colaboradores.
A finales de enero, el Vaticano confirmó que había vendido el edificio de 17.000 metros cuadrados del número 60 de Sloane Square, en el lujoso barrio de Chelsea, cuya adquisición a un precio inflado y con una hipoteca oculta dañó gravemente su reputación.