El brutal ataque ocurrió el viernes por la tarde en el domicilio de María, ubicado en el barrio Paraje 407. Según fuentes judiciales, el hombre irrumpió en la casa y la golpeó violentamente en la cabeza con un martillo. Tras el ataque, escapó, pero fue detenido horas más tarde por orden del fiscal Norberto Ríos, quien también coordinó el secuestro del arma utilizada en el crimen.
Pese a los esfuerzos médicos en el hospital de Reconquista, María no logró superar las gravísimas lesiones cerebrales provocadas por la agresión. Su fallecimiento fue confirmado el domingo. La familia decidió donar sus órganos, un gesto de profunda humanidad en medio de la tragedia.

La víctima había realizado denuncias previas por violencia y amenazas, lo que evidencia una vez más las fallas en los sistemas de protección ante casos de violencia de género. Niemiz enfrentará este martes una audiencia imputativa por femicidio, delito que prevé la pena de prisión perpetua.
El crimen causó conmoción en la comunidad y una ola de mensajes en redes sociales. Entre ellos, el primo de María, Emanuel Debarbora, expresó su dolor y exigió justicia: “Descansá en paz María, seguirás viviendo en otras personas”, escribió, recordando con cariño la infancia y adolescencia compartidas.
Este femicidio reaviva el reclamo social por una justicia más efectiva y políticas de prevención que realmente protejan a quienes están en riesgo. María Elba Debarbora había pedido ayuda. Esta vez, como tantas otras, no llegó a tiempo.

La despedida de la familia de la víctima