“Me siento muy acompañada por la gente que viene a apoyarnos y a darnos esa fuerza que necesitamos para salir adelante, que no es fácil”, aseguró la madre del joven asesinado en Villa Gesell.
“Tengo un gran alivio en mi corazón porque siento que Fernando está acá en medio de nosotros”, dijo visiblemente emocionada Graciela Sosa, madre del joven asesinado en Villa Gesell, durante la colecta solidaria que se realizaba este domingo en el Parque Rivadavia de Caballito en homenaje al primer aniversario del crimen de su hijo.
La mujer y su esposo Silvino Báez encabezaron la colecta en dicho parque porteño donde estuvieron acompañados en todo momento de amigos y compañeros de su hijo, quienes de encargaban de recibir cientos de donaciones.
“Tengo un gran alivio en mi corazón porque siento que Fernando está acá en medio de nosotros porque estamos haciendo lo que a él le gustaba que era ayudar a la gente”, dijo con lágrimas en sus ojos Graciela en diálogo con Télam.
A un año de su asesinato, Graciela sostuvo que junto a Silvino están “pasando días muy difíciles” pero con la colecta solidaria que están realizando sienten “un alivio en el corazón” porque creen que Fernando “lo hubiera hecho por otro chico”.
La mujer estuvo gran parte de la mañana resguardada en un gazebo montando especialmente para la ocasión y contó con la asistencia de otros padres que fueron a colaborar.
“Tengo un gran alivio en mi corazón porque siento que Fernando está acá en medio de nosotros porque estamos haciendo lo que a él le gustaba que era ayudar a la gente”.
GRACIELA SOSA
Desde allí, Graciela escuchó y agradeció cada muestra de solidaridad que la gente le brindaba.
“Quiero que haya justicia y que haya perpetua para los 10 rugbiers. Que esto no vuelva a pasar. Como le dije a Silvino, que sin conocerlo hace un año que amo a Fernando”, dijo Sandra, una de las cientos de personas que se acercaron a lugar.
Por su parte, Diego, quien llevó varios alimentos no perecederos junto a su pareja, sostuvo que “es emocionante” ver a los padres de Fernando y destacó la solidaridad de las personas: “Lo que tiene el argentino es que entre tantas malas noticias, mucha gente se compromete con el dolor de otro.”
“Estoy enterada y muy agradecidas por todas las demostraciones que están realizando para homenajear a Fernando y le agradezco infinitamente de corazón”, señaló Graciela, mientras una fila de mujeres junto a sus hijos esperaban saludarla.
Desde temprano en varias de las entradas al Parque Rivadavia se observó a personas ingresando con bolsas de alimentos o útiles escolares.
Cerca del mediodía, los jóvenes voluntarios comenzaron a trasladar las donaciones a un camión y una furgoneta, para luego llevarlas al Colegio Marianista, donde se hará una clasificación de lo recibido.
Sofía, una de las voluntarias y compañera de secundario de Fernando, dijo que lo recuerda “con mucho amor”, y que durante la jornada de hoy están “honrando sus valores, de solidaridad, de ayuda al prójimo”.
“Estoy muy contenta de que la gente venga y participe, nos de su palabra de aliento, y recordarlo con mucho amor”, aseguró.
Las donaciones serán distribuidas una parte a la Organización No Gubernamental (ONG) “18 de Diciembre” y a las obras de caridad que la institución educativa disponga.
Por su parte, Alejandra, mamá de Julieta, la novia de Fernando, dijo a Télam que “fue un año difícil” para su hija, quien hoy estaba colaborando pero prefirió no hablar con la prensa.
“Estamos haciendo lo que a Fer le gustaba hacer, eso nos hace sentir bien”, reconoció la mujer, quien se quebró al recordar al joven.
“Fer era como un hijo, enseguida entró en mi familia. Compartíamos cumpleaños, fines de semana, se quedaba a dormir”, expresó Alejandra, quien calificó la relación entre el joven y su hija como “un amor muy puro y sano”.
“Estoy muy contenta y orgullosa de que Juli haya conocido a Fer y que haya sido su primer novio”, añadió.
La noche del horror
El crimen de Fernando (18) ocurrió la madrugada del 18 de enero pasado, cuando fue atacado a patadas y trompadas por un grupo de rugbiers a la salida del boliche “Le Brique”, en pleno centro de Villa Gesell.
Horas después del hecho, fueron detenidos diez rugbiers oriundos de la ciudad bonaerense de Zárate en una casa a pocas cuadras de la escena del crimen, ocho de los cuales aún permanecen en prisión a la espera de ir a juicio oral.